Doncic emerge en el barro
Los Mavericks ganan un partido muy duro en L.A. y se hacen con el factor pista
Habían pasado 48 horas del primer encuentro de la eliminatoria de primera ronda del Oeste en el que Los Angeles Clippers se habían adelantado con un 109-97 que fue más estruendoso por sensaciones que por el maquillado marcador final. Dallas Mavericks firmó su peor encuentro en semanas, sin ideas en ataque y sin energía en defensa.
Luka Doncic, Kyrie Irving y compañía sabían que no podían volver a fallar. Irse con un 2-0 a Texas era demasiado arriesgado. Y reaccionaron en un día crucial. Con un esfuerzo defensivo y una intensidad general mucho mayores, y con la aparición de sus estrellas cuando se decidió el partido en los momentos calientes, los Mavs ganaron 93-96 en Los Ángeles para igualar la serie y quitarle la ventaja de campo a los Clippers (1-1).
El partido fue una auténtica pelea en el barro, “baloncesto de los 90 en su mejor versión”, tal y como lo definió Jason Kidd, el entrenador visitante. El acierto brilló por su ausencia durante gran parte del encuentro, muchos minutos en los que las defensas se impusieron a los ataques. Los Mavs acabaron con un discreto 42,1% en tiros de campo. Los Clippers, con un horrible 36,8%. Esta vez James Harden no fue el jugador hegemónico del primer partido, ni Russell Westbrook el acicate desde el banquillo. Tampoco Kawhi Leonard, que volvió a jugar por primera vez desde el 31 de marzo, pudo marcar la diferencia y dio síntomas de estar aún fuera de forma, sin ritmo para un partido de tanta exigencia.
En los Mavs, nada que ver con el desastre del domingo, todos se remangaron, incluido un Luka Doncic que estuvo especialmente bien en defensa, normalmente su punto débil. Los Clippers sólo anotaron 2 de los 16 lanzamientos defendidos directamente por el esloveno. En el aro contrario no tuvo su día más inspirado (11/26 en tiros, 5/14 en triples), pero apareció en todo su esplendor cuando había que hacerlo.
En el último cuarto, junto a un Kyrie Irving que también despertó tras el descanso, involucró a sus compañeros para superar los dobles marcajes que le pusieron constantemente los Clippers. Y, finalmente, dinamitó el partido con un triple que dio la máxima ventaja a los suyos, la definitiva: 81-90 a 1:26 del final. El esloveno lo celebró con un grito que se escuchó en todo el pabellón. “El primero no fue nuestro mejor partido, así que teníamos que venir aquí y demostrar que podemos jugar contra ellos”, aseguró después de acabar con 32 puntos, 6 rebotes y 9 asistencias. Mañana (02:00, #Vamos), tercer asalto, el primero de la eliminatoria en Dallas, en una cancha de los Mavs que ahora se convierte en la jueza de la serie. Los Clippers tuvieron en su mano el 2-0, pero fallaron y ahora tendrán que ganar al menos un partido en Texas.