Pimienta se pone a cien
El entrenador llega a la histórica cifra de partidos ante el Girona, que dejó marcado su destino en Las Palmas
Las Palmas y Girona fueron, no hace tanto, las dos grandes revelaciones de la presente edición de LaLiga EA Sports. Después, el tiempo fue poniendo a cada uno en su sitio. Mientras que la formación grancanaria se fue cayendo con todo, acumulando ya ocho jornadas sin ganar, el equipo de Míchel hace mucho que se merece dejar de ser calificado como tal. “Ya caerá”, se decía del Girona. Pues ahí sigue el equipo rojiblanco, donde ya nada es casualidad.
“El objetivo es la
Champions. El resto no nos interesa”, insiste su entrenador.
Mientras que la entidad catalana podría meterle hoy un bocado casi definitivo a sus máximas aspiraciones continentales, síntoma de una temporada excelente, Las Palmas anda vagando como alma en pena, ni rastro del equipo deslumbrante que fue, acaso agarrado a lo barata que saldrá la salvación.
Se retan esta tarde en un partido que, jugando en territorio insular, no se repetía desde hace poco más dos años, el 10 de marzo de 2022. Aquel día, con ambos entrenadores en los banquillos que todavía hoy ocupan, el destino de García Pimienta estaba escrito, acaso con la puerta de salida abriéndose. Aquel 1-3 afloró todos los males de Las Palmas. Ocurre que era el séptimo partido con Pimienta en el banquillo y Las Palmas no levantaba cabeza. Los playoff de ascenso, objetivo indiscutible, estaban ya a ocho puntos y no había rastro alguno de reacción. Un curso perdido.
Milagro. Mientras que la trayectoria de García Pimienta en Las Palmas afrontaba su agónica cuenta atrás, después de aquel partido contra el Girona se obró el milagro con el gol de Sadiku en Valladolid que lo cambió todo.
Llegó, entonces, una remontada imposible. Las Palmas derrapó en los playoff contra el Tenerife pero algo germinaba. Dos años después, Pimienta suma 99 partidos. Hoy se pone a 100 y nadie le puede quitar ni el ascenso directo del pasado mayo ni una permanencia solvente pero, todavía en alerta, no matemática. Queda un sabor agridulce pero el objetivo, salvo debacle, vuelve estar, por tercera vez, conseguido.
Precedente Tras la última visita catalana, Pimienta peligraba, pero emergió