Jabari manda
El americano, 24 puntos, lidera al Barça, que empata la serie ante el Olympiacos
Se la jugaba el Barça ante el Olympiacos y lo resolvió de la mejor manera posible. Ganando, convenciendo, en absoluta comunión con la grada. El Barça fue, esta vez sí, el de las grandes ocasiones, el de la mentalidad de hierro, el de la intensidad abrumadora. Acertaron los azulgranas desde el banquillo y en el parqué, con una idea de juego, con un plan definido. Y también con un Jabari Parker en estado de gracia (24 puntos), un Abrines decisivo en los momentos delicados y un Vesely, esta vez sí, dominante y enérgico. El Olympiacos se enredó en el planteamiento de Grimau, obligados a tirar desde fuera y siendo incapaces de superar la trabajada defensa azulgrana.
La primera diferencia frente al partido del miércoles, evidente, fue la intensidad. El Barça defendió arriba, arriesgando en el dos contra uno, dejando poco espacio por dentro al Olympiacos. Fall les hizo mucho daño en el arranque del primer partido, pero en este lo contrarrestaron perfectamente. Invitaron a los griegos a tirar de fuera y, tras anotar Peters afectaron a Jabari Parker, el mejor del Barça. Williams-Goss no tuvo el impacto del primer encuentro aunque siguió mejorando a Walkup, mientras que los catalanes mantuvieron una renta alrededor de los diez puntos. Hasta el parcial del Olympiacos. De la mano de McKissic, y gracias a algún despiste colectivo, se pusieron a cuatro (34-30). Vesely, uno de los señalados en el primer encuentro, logró minimizar el arreón visitante antes del descanso (43-37)
El Barça mejoró claramente respecto al primer duelo, pero siguió sin tener una respuesta defensiva a Williams-Goss. Los puntos de Parker dejaron de ser suficientes y el Olympiacos volvió a ponerse por delante (54-55). Y se encendieron las alarmas.
La entrada de Milutinov fue clave para un Olympiacos que, sin embargo, se cargó rápido de faltas en el último cuarto y que sufrió mucho defendiendo a los exteriores culés. Dos triples consecutivos y una canasta de Jokubaitis pusieron tierra de por medio y abrieron el camino a un final plácido: Abrines y Parker, desde el exterior, acabaron con las opciones de los griegos a tres del final (76-64).