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El otro Clásico

- CARLOS CARIÑO

El Unicaja y el Lenovo Tenerife se vuelven a encontrar. Duelos trepidante­s en Liga Endesa, la final de Copa de 2023, la venganza copera tinerfeña en el Carpena, enfrentami­entos en playoff, tercer y cuarto puesto en la Champions de 2023 y ahora, la final de la Champions en el grandioso, pero desangelad­o, Belgrado Arena. Todo un clásico del baloncesto español por no decir el otro Clásico.

Sus caminos para llegar al acto decisivo han sido igual de complicado­s. El Lenovo casi estropea frente al batallador Peristeri un partido que controlaba (87-75) a falta de tres minutos, pero que acabó sentencian­do gracias a un rebote a lo

palomero de Joan Sastre y a la inspiració­n de su eficaz trío

sacapuntos: Kyle Guy (34 puntos), Marcelinho (27) y Shermadini (21).

Por su parte, el Unicaja impuso su físico ante un gran UCAM, que le taponó su eficacia con el triple hasta que se agotó. Los de Ibon Navarro anotaron once en la segunda mitad. A diferencia del colectivo adiestrado por Txus

El Unicaja y el Lenovo Tenerife vuelven a verse en una final ● El ganador se llevará 600.000 euros

Vidorreta, los verdimorad­os tienen muy repartido el rol ofensivo. Contra los murcianos destacó Carter con 14 puntos.

Son dos equipos que se conocen mucho y que han entrado en un bucle de revanchas. Ahora se supone que es al Unicaja a quien le toca vengarse en esta final de la Champions que, por desafortun­ada elección de la FIBA, se va a jugar en el Belgrado Arena. Es un formidable pabellón con capacidad para 20.000 personas que solo se llena cuando juegan Estrella Roja y Partizán. Con suerte, no habrá ni 1.000 personas. Y eso incluyendo jugadores, periodista­s y políticos. Con tres equipos españoles es un sinsentido llevarse esta serie a miles de kilómetros.

El Lenovo es un veterano en esta competició­n, que arrancó en 2016-17 y que ha ganado en dos ocasiones. La primera en su campaña inaugural ante el Banvit turco y la segunda en 2022 ante el Manresa en Bilbao. También tiene un subcampeon­ato y un tercer puesto. El Unicaja se subió a este tren con la llegada a la presidenci­a de Antonio Jesús López Nieto. El club abandonó la Euroliga-Eurocup porque entendió que, económicam­ente, era insostenib­le. Daba más problemas que beneficios. Pérdidas económicas y un desgaste brutal a la plantilla.

Esta Champions tiene un aliciente económico que, desde luego, compensa una vez que se llega a las rondas finales. El ganador se lleva 600.000 euros y el finalista 300.000. El vencedor del partido entre el UCAM Murcia y el Peristeri (17:00) ganará 100.000 euros. En baloncesto es un dinero más que estimable.

El Unicaja busca su tercer título continenta­l en territorio Maljkovic, el entrenador que modernizó, impulsó y le dio el primer título europeo. No lo va a tener sencillo ante un Tenerife que lidera el MVP de la Champions, el señor Huertas.

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La pista LED del Stark Arena muestra una imagen de Dylan Osetkowski durante la presentaci­ón del Unicaja antes de su semifinal frente al UCAM Murcia.

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