Nadal salva su plan
El español remonta ante Bergs y avisa: “Debo jugar al 100% y si me rompo...”
Rafa Nadal tenía un plan cuando volvió a competir en Barcelona, después de más de dos meses de inactividad. Quería ir a más, gradualmente, a partir del Godó, para echar toda la carne en el asador y arriesgar en Roland Garros, aunque quizá lo haga antes. En Madrid logró jugar cuatro partidos a buen nivel y ayer volvía a actuar en Roma, donde fue diez veces campeón. Tuvo un estreno complicado, pese a la categoría del rival, Zizou (por Zidane) Bergs, belga de 24 años y 108º del mundo con un bagaje más bien escaso en la ATP (924 ahora), pero que llegaba con ritmo, después de ser finalista en el Challenger de Sarasota y campeón en el de Tallahassee, ambos sobre tierra batida. Nadal empezó bien, continuó peor y recuperó el rumbo para remontar y salvar su hoja de ruta: 4-6, 6-3 y 6-4 en 2h53. Mañana se enfrentará en segunda ronda y por primera vez al gigante polaco (1,96) Hubert Hurkacz. “No fue mi mejor partido, estuve entrenándome mejor de lo que jugué, sin duda. Pero encontré un modo de ganar. Eso es muy importante. Antes del torneo ya dije que mi juego es más impredecible que antes, no competí mucho en los últimos dos años. Altos y bajos, pero creo que puedo hacerlo mucho mejor y espero que sea así en la próxima ronda”, explicó Nadal tras capear el temporal (llegó justo después literalmente en forma de fuerte lluvia) en las dos últimas mangas, que supo resolver caminando en el alambre, aunque siempre con ventaja de un break en el marcador.
Lo mejor, lo mostró en el inicio del encuentro y en la forma en la que lo cerró ante un oponente con buen saque y derecha, aficionado a la meditación y a la lectura de notas durante los partidos, pero sin la consistencia y la mentalidad suficiente para saber aprovechar el día más bien flojo de una leyenda.
“Un partido difícil, había empezado bien para mí, con más o menos comodidad y jugando bien. Y ahí hice un juego muy malo; luego hubo 20 minutos de muchas dudas, no conseguí jugar con tranquilidad. Ganar es muy importante por la confianza, porque aguanté casi tres horas y me encuentro bien”, apuntó el balear aún en la pista. Un dato relevante, porque si el cuerpo no le falla… Más tarde, en rueda de prensa, reveló sus intenciones en ese sentido: “Debo intentar jugar al 100%. No es fácil, porque necesito perder el miedo que tengo en algunas ocasiones. Llega el momento de ir a por todo. Si me rompo, pues me rompo. Roland Garros llega en apenas dos semanas y media. Quiero ver si soy capaz de llevar mi cuerpo al límite para sentirme preparado, correr el riesgo”.