Eduardo Álvarez Aznar “Estamos listos para destacar en Madrid”
El madrileño, a sus 40 años y tras dos participaciones en los Juegos Olímpicos, llega al Gran Premio de Madrid del Club de Campo como número uno del ranking y con el sueño de ser profeta en su tierra, pues ningún español gana la prueba desde el año 2000.
La última vez que un español ganó el Gran Premio de Madrid de saltos fue en 2000, Cayetano Martínez de Irujo. Luego se hizo más caro ese honor porque el concurso anual del Club Campo ha subido de nivel y vienen los mejores caballos y jinetes mundiales. Sin embargo, la afición madrileña sueña con que el 19 de mayo sea uno de casa el que rompa esa sequía: Eduardo Álvarez Aznar (40 años) llega a esta quinta prueba de la Global Champions Tour como el número uno del ranking tras destacar en Doha, Miami y México.
—Ha ido mejorando clasificaciones: octavo, cuarto y tercero en esas pruebas para ser ahora el número uno del ranking. ¿Le da vértigo?
—Ganar es muy difícil, y sólo lo hace uno. Lo importante es la regularidad y llego en muy buen momento. Voy a saltar en Madrid con Rokfeller, de 19 años, uno de los más veteranos en el alto nivel, que ha estado lesionado pero que ya está compitiendo bien. Hace once años que le tengo y posiblemente la actual sea su última temporada. Tiene experiencia, le gusta Madrid, y nos puede salir una buena competición.
—¿Qué le hace especial al Club de Campo?
—Es uno de los grandes escenarios del mundo de los saltos de hípica, como el Bernabéu en el fútbol. Los caballos también lo perciben, cuando salen y escuchan el rumor de tanta gente. Para unos ese ambiente les impone, y otros, al contrario, se agrandan.
—Da la impresión de que Rokfeller y usted son un tándem histórico en estos años de tantos intercambios. ¿No ha tenido ofertas para venderlo?
—Sí, varias veces, pero ese caballo es de la familia. El primero que tuve de ese nivel, y cuando llegaron las ofertas la realidad es que no pude deshacerme de él. Cuando deje de competir se quedará en la cuadra que tenemos en Aranjuez. Con los siguientes caballos ya no he tenido esta relación tan estrecha. —Tiene la clasificación olímpica con tres caballos.
—Y espero que en la próxima prueba pueda tener clasificado a un cuarto, a Legend. Pero es una necesidad, porque luego, en caso de que me seleccionen, debo elegir a uno, y con cuatro tengo más opciones de ir en mejores condiciones a París.
—En Madrid también compite el austriaco Kuhner, el número dos del ranking.
—Es que en Madrid estarán todos los mejores, nacionales y extranjeros. Son citas muy importantes y nadie se lo quiere perder.
—Ha sido tercero y segundo en Madrid.
—Ganar en el Club de Campo me haría mucha ilusión. Nunca he salido siendo el número uno, aunque es verdad que llevamos pocas pruebas. Estamos preparados para competir y hacer un buen papel, pero lo primero es clasificarse el viernes entre los 35 mejores que disputen el Gran Premio del domingo. Hay que valorar que son caballos, y nunca sabes qué va a pasar. —¿Un jinete con tanto tiempo con una misma montura como usted, sabe antes de salir a la pista si hoy es el día?
—Sí, sí. Eso lo notas. En la cuadra te das cuenta si el caballo está fino y con ganas, o que, por el contrario, vas a tener que tirar para sacarlo. Un caballo no te conoce como un perro, pero seguro que sabe cómo va a responder su jinete. —¿ P r e f i e r e competir en abierto o recinto cerrado? —Madrid nos ofrece ese privilegio de tener ahora una competición de élite en mayo al aire libre, y otra en otoño, Madrid Horse Week, a cubierto. Me gustan los dos escenarios.
—¿Y los Juegos Olímpicos? —Ese es otro de los grandes objetivos del año. Está conseguida la plaza y ahora falta que el seleccionador decida quiénes forman el equipo. Tengo mis esperanzas pero él tiene la última palabra.
Leyenda “El Club de Campo es, en los saltos, como el Bernabéu en fútbol”