Herrera agasaja al Athletic
Error clamoroso del meta de Osasuna que permite empatar a Villalibre ● Un punto rojillo tras ir 0-2
Los técnicos del Athletic-Osasuna habitaban la zona alta del estadio. Estaban desterrados en un palco por la expulsión de la jornada anterior. Había otros tres sancionados, Paredes, Yeray y Moncayola, jugadores vitales en sus equipos. El paisaje a ras de césped, por lo tanto, era de lo más atípico, marciano. Tal vez por eso se vio un duelo habitualmente áspero y con tensión como si fuera un paseo campestre por una alfombra de margaritas. También pueden influir las circunstancias de ambos conjuntos, un Athletic que va recogiendo los trastos después de ganar la Copa, asegurar su clasificación para la Europa League y darse un garbeo por la ría con la gabarra, y un Osasuna en tierra de nadie que anda en caída libre desde que Arrasate anunció que no cumplirá su séptimo año en El Sadar.
En esa campiña de la no agresión, hasta el resultado fue un compendio de extrañeza. Con 0-2 todo parecía ventilado y surgió Iñaki Williams con su gol 100 como rojiblanco. Herrera volvió a liarla parda y permitió a Villalibre empatar in extremis. El meta de Miranda, tantas veces desafiante y excéntrico, fue la diana de las bromas de la grada.
Los dos conjuntos actuaron en todo instante muy abiertos, sin un dominador claro. En los primeros 20 minutos el Athletic tuvo algo más de profundidad, pero no, rotundamente no había el nervio de otras tardes. La eterna rivalidad de proximidad territorial esta vez no ofrecía ningún registro.
El choque era de ida y vuelta, sin rigores defensivos. Se permitía la libre circulación por el área. Lekue formó de central. A Herrera le caían los gritos de cachondeo del fondo norte: “Y la gabarra qué”. En alusión a su cachondeo el año pasado cuando en ese mismo estadio Osasuna apeó a los leones en la semifinal de Copa. Era premonitorio de lo que se le iba a venir encima.
El peligro llegaba por las imprecisiones de cualquier de los dos equipos. Se anularon tantos a Iñaki Williams y Muniain. Raúl García de Haro y Rubén García pusieron el 0-2 y luego llegó la locura. La Champions cada vez está más lejos y van tres empates seguidos en casa, pero San Mamés sigue invicto desde el asalto del Madrid en la primera jornada.
San Mamés
El feudo bilbaíno sigue invicto desde el triunfo del Madrid en la primera jornada