Tarde de récords
Mahuchikh (2,10) y Kipyegon (3:49.04) adelantan los Juegos con sus plusmarcas en altura y 1.500
En un aperitivo de los Juegos, el que llevó la Diamond League al estadio de Chartely a menos de tres semanas de la apertura, la atmósfera olímpica inspiró a Yaroslava Mahuchikh para volar hasta 2,10 metros en altura y a Faith Kipyegon a correr en 3:49.04 el 1.500. Dos récords del mundo. Dos chispazos antes de que la llama olímpica llegue a París.
Primero, la ucraniana Mahuchikh anunció que será una de las estrellas en el Stade de France. Lo gritó al mundo borrando de las listas el récord de altura que Stefka Kostadinova mantenía desde hace 37 años. Saltó un centímetro más que la búlgara para dejarlo en 2,10. Al primer intento. Antes había fijado ya su mejor marca en 2,07 a la segunda tentativa. Volando ligera como una pluma sobre el listón. Curvando su cuerpo como un junco para hacerse un hueco en la historia con 22 años y después de proclamarse campeona mundial en 2023 en Budapest. Y de haberlo intentado anteriormente otras tres veces. Una superclase como la croata Blanka Vlasic se estrelló contra esa altura 60 veces.
Mahuchikh forma parte de los centenares de deportistas ucranianos que huyeron de la guerra. Ella salió de la castigada Dnipro en 2022, dejando atrás a su familia, para establecerse en Erlangen (Alemania). “Comprendí que este es mi campo de trabajo, la forma de defender a mi país con lo que sé hacer”, declaraba entonces. Y lo sigue haciendo.
Duplantis. Como la cosa iba de reinas y reyes del aire, el generoso Armand Duplantis, una vez ganó la liga de los mortales con 6,00 (Sam Kendricks fue segundo con 5,95), puso el listón en 6,25 para superar su propio récord del mundo. Pero no pudo. Con Renaud Lavillenie auxiliándole en el pasillo cantando las rachas de viento, el sueco dejó pasar el primer intento porque Eolo estaba caprichoso. Y falló en los dos siguientes.
Pero quedaba la exhibición de la Kipyegon, la madre que en su campamento de Kaplagat sufre para alcanzar el que podría ser su tercer oro olímpico tras el de Río y Tokio. Y demostró que está en el camino. La keniana reventó a Jessica Hull y a Laura Muir para cabalgar hasta los 3:49.04. Dejando atrás los 3:49.12 que fijó en 2023 en Florencia. Una devoradora de plusmarcas que el año pasado se merendó las de 1.500, la milla y 5.000. La española Esther Guerrero acabó 12ª con 3:59.74, marca personal.
En unos 110 vallas de nivel, tanto Quique Llopis como Asier Martínez pelearon en la final. El valenciano, que ha encontrado la regularidad, fue cuarto (13.21 frente a los 13.09 que había firmado en el Nacional) y el navarro, séptimo (13.35). El más rápido fue el francés Sasha Zhoya (13:15) por delante de Trey Cunningham.