El sencillo truco final
Pues, seguramente, encontrarías en tu revista prácticos como este, que se ha escogido tras el enorme éxito que en AUTOBILD. ES tuvo la noticia del espabilado que llevaba un maniquí para poder utilizar el Bus-VAO de la carretera A- 6 en Madrid.
Ese aguililla fue multado con 200 euros por hacer mal uso de esta vía, pero la imagen de su copiloto –por su fidelidad con una persona de carne y hueso- dio la vuelta a España.
Uso ilícito de abuelas
Como no todo el mundo dispone de esta clase de equipos – seguramente sobrantes de un comercio cerrado-, aquí podrás encontrar otras alternativas. De hecho, durante la confección de este artículo llegó a mis oídos que la Policía había llegado a encontrar un Homer Simpson tamaño real en otro coche que circulaba por este carril especial de la A- 6. También que, con el mismo fin, algunos conductores sin escrúpulos se llevan a la abuela por la mañana para dejarla en una de las estaciones de autobuses del norte de Madrid y que se vuelva ella sola a casa… mejor no comentar esta jugada.
Está claro, el maniquí es mejor solución que utilizar una muñeca de goma, con la que no se engaña ni a un vendedor de cupones de la ONCE. También es mucho más práctica y fiable que llevar un mono lleno de papel y atado a un casco, un truco que le sirvió a Miguel Prieto para poder tomar la salida en una etapa del Dakar un día que su copiloto se encontraba demasiado enfermo para acompañarle. Sin embargo, mientras comentaba con mi esposa qué estaba preparando esta semana para AUTO BILD ella me habría de ofrecer – cómo no- la idea más práctica, sencilla y razonable de todas: tirar de Maxi Cosi, como popularmente se conoce a los capazos de bebé.
De hecho, mientras Víctor Henao hacía fotos desde un puente sobre la A- 6 pudo comprobar cómo muchos, pero muchos muchos de los vehículos que usaban el Bus-VAO llevaban una sillita como la que ves en estas páginas dentro del habitáculo. Y seguro que en alguna que otra no había un bebé dentro… es lo que pasa cuando varias generaciones de una sociedad han tenido el “Lazarillo de Tormes” como una de las lecturas obligadas en la escuela.