DTM y WTCC, el infierno carrozado
garantía de éxito en una carrera como Le Mans. Sin ir más lejos, un especialista en resistencia como Antonio García contaba que Nelson Piquet Jr bajó atemorizado de su Aston Martín DBR9 en sus primeros entrenamientos nocturnos en La Sarthe, ante la poca visibilidad y la velocidad a la que le adelantaban los prototipos de las categorías superiores. Haber tenido o rozado un asiento en la Fórmula 1 puede abrir muchas puertas. Al fin y al cabo, en la selecta parrilla de Ecclestone cada año (se supone) corren los 22 hombres más rápidos del planeta, al menos con un monoplaza. Obviamente, sin entrar en el interminable debate sobre los pilotos de pago. Pero ser uno de los chicos de Bernie al menos te pone en el mercado y, con ello, no es extraño que después surjan oportunidades para seguir pilotando. Otra cosa es ganar títulos. Algunos buenos ejemplos los encontramos en dos de los campeonatos de turismos más importantes del mundo: el DTM y el WTCC. En el caso del primero, el certamen alemán, varias han sido las estrellas que se han dejado caer directamente desde la F1, como el caso de Ralf Schumacher, David Coulthard o el bicampeón Mika Häkkinen. Todos ellos corrieron para Mercedes y ninguno ha podido irse con una victoria en el zurrón, prueba inconfundible de que los especialistas de la categoría lo ponen muy difícil a los novatos, vengan de dónde vengan. Más suerte ha tenido Timo Glock, que ha logrado su primera victoria con el BMW M3 en la última carrera de la temporada.
Similar, aunque con más acierto por parte de los protagonistas, es el caso del Mundial de Turismos, donde también habitan algunos expilotos de F1 como Gabriele Tarquini o Tiago Monteiro que, además, ahora corren juntos para Honda. El portugués ha conseguido algunas victorias y es un piloto a tener en cuenta, mientras que Tarquini ostenta el récord de ser campeón de un Mundial con mayor edad de la historia, 47 años y 266 días (temporada 2009) superando a Juan Manuel Fangio. En la temporada que acaba de finalizar, Tarquini ha conseguido su tercer subcampeonato. Sin embargo, tienen a sus propias bestias negras en hombres como Yvan Muller, Robert Huff o Tom Coronel, pilotos Grabriele Tarquini ha sido uno de los pocos pilotos de F1 que ha conseguido un título mundial después de abandonar la máxima categoría. Lo hizo en 2009, corriendo con Seat en el Mundial de Turismos