Las tímidas medidas de apertura en Cuba
Esto hizo que, desde entonces, los cubanos tuvieran que tirar de inventiva para arreglar sus antiguallas. Todavía más. Sin embargo, el cambio en la ley de hace dos años no solo no había conseguido rejuvenecer el parque, sino que había destapado un fenómeno en el que nadie había caído: miles de autos propiedad de cubanos exiliados seguían circulando en una situación alegal. Encima, la nueva ley había creado todo un mercado paralelo al abrigo de la burocracia, un problema sobre todo a los ojos de un régimen que ve un enemigo en cualquier actividad económica no dirigida o regulada.
Esta supuesta red paralela de venta de turismos representaba aproximadamente el 30% de las transacciones entre particulares dentro de la isla. Como sucedió recientemente en Venezuela, la falta de abastecimiento, así como la designación por categorías preferenciales según profesión de quién tiene derecho o no a optar a un coche nuevo había disparado este mercado negro. Aunque las cartas de autorizaciónn pierden desde ahora su validez, quienes ya las tuvieran concedidas serán los primeros que puedan acceder a comprarse un turismo nuevo en Cuba en más de medio siglo.
En todo caso, la ampliación de derechos a los cubanos parece tener menos fisuras. El Decreto 292 llega para fomentar la importación de automóviles, camionetas y microbuses nuevos o usados, que podrán ser comprados libremente entre personas cubanas o extranjeras con residencia en el país.
¿Liberalización antes del final del embargo?
Aunque los medios de la isla afirman que esta medida se irá implementando en las próximas semanas, parece que no seguirán siendo necesarias las cartas de autorización, apuntadas por el diario oficial de la Habana, Ganma como el origen del mercado paralelo. En todo caso, desde la capital cubana se asegura que el gobierno permanecerá atento por si detecta especulación en los precios de los coches.
No es la única nueva medida en torno a la movilidad en Cuba, ya que el gobierno está intentando fomentar la compra de bicicletas –también eléctricas-, así como el de carrocerías resultantes de desarmar otros vehículos.
Tampoco es que se pueda considerar que, desde ahora, el mercado de automóviles cubano será del todo abierto, para empezar, el embargo comercial de los EEUU sigue vigente aunque parece que, ahora más que nunca, Obama podría plantearse suavizarlo. Además, se mantienen algunas restricciones, como la prohibición a personas jurídicas nacionales o extranjeras a vender coches a particulares.