Disfrutando en la pista
Si dispones de 200.000 euros en tu cuenta bancaria para darte el capricho de tu vida, enhorabuena. Pero me vas a perdonar si no escribo esta comparativa pensando en ti. Seguro que tu tendrás unos motivos muy diferentes a los míos para decidirte por un Audi R8 V10 o un Porsche 911 Turbo. Permite que dirija esta prueba a ese 99,9% restante de la población, a todos esos que alucinan con estos cochazos, que sueñan con tener uno en su vida y que se conforman con saber de primera mano qué se siente al conducirlos.
Por eso te hablo a ti. Sí, a ti. Al loco de los coches, al apasionado por las cuatro ruedas, al aficionado que no deja pasar ni una semana sin leer cada número de la revista. Y para cumplir la difícil misión de intentar que te sientas como si me acompañaras en el asiento del copiloto no se me ha ocurrido un mejor lugar que el revirado y exigente circuito del Jarama.
Empiezo al volante del llamativo R8. Un coche que te sobrecoge desde el momento en que arrancas su escandaloso motor V10 de 5,2 litros. Luego te cuento cómo se las gasta este propulsor, pero deja que pise a fondo y disfrute de su sensacional chasis. Son las 8: 30 de la mañana, el día es frío y el asfalto del circuito está más que resbaladizo. Pero eso no es un problema para el Audi, que gracias a la tracción quattro se agarra a lo negro como si le fuera la vida en ello. Bueno, no te voy a mentir: en estas condiciones, con las pulsaciones muy arriba y abusando del pie derecho, la cosa se desmadra en más de una ocasión. Pero qué mejor sitio que un circuito para venirse arriba y comprobar de qué pasta está hecho este maquinón de 201.200 euros (eso, sin extras).
El R8 es un coche divertido de conducir, que te regala aceleraciones de infarto y derrapa de forma muy natural. Tanto, que parece un trasera... La verdad es que eso mola en un trazado cerrado al tráfico y con escapatorias, pero en un puerto de montaña mejor no quitar el control de estabilidad.
El sistema de tracción integral reparte la fuerza mediante un embrague multidisco. En con-