Autonomía y conducción
El Renault tiene un chasis blando y cómodo, como suele ser característico en los utilitarios del rombo. Si pulsas su botón 'eco', ahorra electricidad y consigue ampliar la autonomía de las baterías. Incluso así, ofrece menos kilómetros que sus rivales y no llega a los 150 La cuestión es siempre la misma: ¿cuál es su autonomía? Los tres modelos han fracasado a la hora de demostrar si su alcance oficial alcanza los 200 kilómetros, pero sí que han demostrado que son capaces de llegar a cifras más que apropiadas para el día a día: de los 143 kilómetros de Renault a los 158 de BMW. De ese modo queda bastante claro que son coches más que apropiados para ir al trabajo todos los días. Para viajes más largos entre dos ciudades ( por ejemplo, entre Madrid y Cuenca o Valla- dolid), no nos vale ninguno de los tres candidatos.
Lo que sí que resulta más que convincente son los costes de la electricidad. El gasto está entre 3,30 y 4,13 euros cada 100 kilómetros: eso supone la mitad de lo que quema un Seat León con un TDI bajo el capó. Y la verdad es que tampoco te aburres nunca con ellos. Todo lo contrario: resulta impresionante la aceleración que llegan a tener el Leaf y el Zoe. Del BMW ya ni hablamos. El motor eléctrico de 170 CV empuja al i3 con la fuerza de un deportivo. Hasta los 60 km/ h es igual que su hermano M3 y se llega a poner a 100 km/ h en 7,1 segundos. Y lo hace sin armar jaleo, con una gran tranquilidad. Tanta velocidad con tan poco ruido... eso sí que es nuevo y fascinante.
El Leaf y el Zoe también llegan que se las pelan a los 60 km/ h, pero pierden mucho empuje después, mientras que el BMW no para de tirar, tirar y tirar. Si dejas de pisar el acelerador, notarás que el coche se frena mucho sin que los frenos intervengan. Se llama recuperación y sirve para que la energía de los frenos cargue las baterías. Eso puede terminar cabreando