¡Piensa diferente!
Disfrutas con cada curva que aparece en tu camino, haces un montón de kilómetros todos los años y casi siempre viajas solo. Olvídate de una aburrida berlina o un llamativo SUV... lo tuyo es un coupé
BMW TIENE UNA LARGA TRA
DICIÓN con los coupés de tamaño medio. El primer Serie 3 (E21) era una berlina de dos puertas (igual sucedía con algunas carrocerías del E30) y la denominación Coupé no se utilizó hasta 1991 con el Serie 3 E36. Es decir, los bávaros llevan 42 años haciendo este tipo de coches de dos puertas y, si somos estrictos, 26 utilizando la palabra "coupé" en sus berlinas.
Ahora, el segmento de los deportivos medios está un poco de capa caída. Los culpables son los SUV, acaparan todo el protagonismo y las ventas, pero lo cierto es que durante muchos años estos coupés de dos puertas eran los automóviles que más pasiones levantaban.
Tengo un especial cariño a los BMW Serie 3 (ahora Serie 4) con carrocería Coupé. Uno de mis primeros coches fue un E36 Coupé, en casa hay un E46 Coupé y he hecho muchísimos kilómetros en los E92. Así que esta prueba de la generación actual (F32), después de un pequeño lavado de cara, va a estar cargada de recuerdos. Porque, aunque los modelos cambian, BMW siempre ha logrado que sus productos tengan una personalidad única y un tacto de conducción muy personal que hacen que disfrutes mucho a sus mandos.
Si hace dos generaciones los diésel que más atención creaban eran los seis cilindros ( ¿ recuerdas al 330d?), ahora la lógica se impone y lo más sensato es comprar un motor de gasóleo de cuatro cilindros, siempre que seas un conductor que hace muchos kilómetros al año. ¡No te olvides de los propulsores de gasolina!
Lo cierto es que el actual motor B47D20 con 190 CV a 4.000 rpm ofrece casi el mismo rendimiento que el bloque M57D30 con 204 CV que llevaba el BMW 330d Coupé E46. Además, con una importante diferencia: el consumo medio homologado era de 6,6 l/100 km, frente a los solo 4,2 litros que anuncia el modelo que estoy probando. El propulsor de cuatro cilindros del 420d es tan suave como el antiguo de seis, su rumorosidad es muy baja y solo puedo criticar
que no tenga un sonido tan bonito y deportivo como su carrocería. Además, la mecánica diésel de seis cilindros sonaba a poder, a energía... y esta de cuatro tiene el triste sonido de un taxi.
Pero estoy seguro de que se te olvidará cuando cierres la ventanilla y percibas lo bien aislado que está el habitáculo. Además, comprobarás la contundencia que tiene: es capaz de recuperar de 80 a 120 km/h en tan solo 7,5 segundos.
¡Me gusta llevar este coche! A los pocos kilómetros logra sacar el conductor pasional que llevo dentro. Consigue que disfrute las curvas y que sienta la carretera. El coche que suelo utilizar a diario no me provoca estos efectos. Me lleva, me trae, gasta poco gasoil, pero no me dice nada.
Hablando de sensaciones, es curioso comprobar cómo unos pequeños cambios producen una estética mucho más actual en una carrocería. El BMW Serie 4 se ha actualizado a principios de este año y estrena nue-