PRIMER CONTACTO: Lexus LS 500h, lujo y glamour a partes iguales
La quinta generación mejora en todo, elevando el confort delante y, sobre todo, detrás a la máxima potencia
LA QUINTA GENERACIÓN DEL BUQUE INSIGNIA de Lexus ha sido completamente renovada con la atenta supervisión de Akio Toyoda, presidente de Toyota, quien se había comprometido a “introducir más emoción” en la marca.
¿ Y en qué se ha traducido esta declaración de intenciones? Pues en un producto que en vivo y en directo te deja con la boca abierta. Y es que el nuevo LS es imponente. Sobre todo gracias a esa enorme parrilla y a unos faros triples biLED.
A la hora de acceder al interior me entra la duda: ¿qué hago? ¿me siento al volante como todo hijo de vecino o me recuesto atrás y me imagino que nado en la abundancia económica?
La perspectiva cambia considerablemente, sobre todo si te acabas de bajar de un avión tras muchas horas de vuelo y la espalda echa polvo . Y es que si ya la cuarta generación del LS molaba por su sistema de masajes, la quinta generación del LS es simplemente sublime. Según los responsables de Lexus, con el nuevo LS han querido producir un tipo de “lujo progresivo”, que acoja a los ocupantes y los cuide. Una forma de concebir el lujo inspirada en
Omotenashi, el conjunto de principios excelentes de la hospitalidad nipona tradicional.
Sea como fuere, lo cierto es que cuando me recosté en el asiento trasero derecho y pulsé el nivel más alto de los cinco ciclos de masaje
Shiatsu que ofrece, casi emito un gemido más propio de otras circunstancias que no vienen al caso...
El puesto de conducción es otra muestra más de cómo Lexus ha tirado la casa por la ventana. Madera, piel, incluso, si quieres darte un capricho, cristal Kiriko en los paneles de las puertas… Allá donde mires
solo vas a encontrar de lo bueno, lo mejor. Ahora, también es cierto, que a los diseñadores de Lexus se han pasado de creativos con la ubicación de los mandos del cruise control o los modos de conducción, en la parte superior de la instrumentación, como si fuera un par de astas de toro. Aunque cuando estás conduciendo resulta incluso cómodo.
El LS 500h cuenta con un sistema híbrido con un V6 atmosférico de 3,5 litros y dos motores eléctricos; la potencia combinada es de 359 CV.
Arranco el motor y un elegante silencio es lo único que obtengo por respuesta. Piso el acelerador y esta mole de 5,2 metros echa a andar con una suavidad que te permitiría llevar un vaso de agua sobre el capó sin que se derramara.
Mientras circulo por ciudad a una velocidad hasta 80 km/h, el LS 500h resulta agradable. Pero cuando llega la hora del rock & roll la cosa cam- bia. Y no es que el buque insignia de Lexus no sea una delicia –que lo es–; simplemente no termino de entender por qué demonios el Grupo Toyota está tan enamorado de la transmisión variable continua (CVT). He de admitir que los ingenieros han trabajado en mejorar su rendimiento y optimizado su funcionamiento para que simule ser una caja de 10 velocidades, pero ro es desagradable para el oído.
Por lo demás, el coche es muy, muy cómodo, tanto para el conductor como para el pasaje. La suspensión multibrazo se traga lo que le echen, y la estabilidad es total. A pesar de ser un barco, apenas balancea en curva y sus múltiples sistemas de seguridad te hacen la vida más fácil y cómoda al volante.