LLEGA UN DEPORTIVO CAMUFLADO
Aplaudo el trabajo de Cupra, que sale al mercado con un Ateca al que han transformado en todo un atleta, por mucho que por fuera no lo parezca
Tracción 4Drive y cambio DSG, los mejores aliados para controlar la fuerza del motor
CUANDO EL MISMÍSIMO JORDI GENÉ ESTÁ DETRÁS de un proyecto como Cupra, entonces hay que respirar tranquilo y esperar el resultado. Y eso que él mismo admitía sus dudas sobre cómo conseguir que un SUV como el Ateca afilase sus garras hasta el punto de convertirse en un modelo deportivo digno de la nueva marca española. Pero según fueron pasando los meses y se fue desarrollando el coche, también reconoce que fue el primero en sorprenderse del resultado final...
Y aquí tengo yo ese resultado, delante de mí, vestido de un intenso color rojo. Tiene una gran presencia, aunque tengo que admitir que, a simple vista, parece un Ateca super- vitaminado y poco más. Vas a distinguirlo de un Seat Ateca normal por el color negro brillante de las barras portaequipaje, los retrovisores, los marcos de las ventanillas, esas enormes llantas específicas de 19 pulgadas y la parrilla frontal. Y, por supuesto, por esos cuatro tubos de escape que protagonizan la trasera y desvelan el potencial de un motor que estoy deseando arrancar.
Más calidad en el interior
Pero antes de eso, voy a contener mis ganas analizando un interior que se viste de gala para la ocasión. Dentro observo los paneles tapizados en Alcantara, volante en piel con costuras en contraste y un pomo del cambio también con costuras en color gris.
Lo que más destaco aquí dentro es que monta la instrumentación digital de otros modelos de Volkswagen o Audi, una enorme pantalla a todo color super persona liza ble, que mide 25,9 centímetros (10,2 pulgadas). Eso ya me va gustando más. Lo mismo que notar cómo los asientos tipo bacquet abrazan tu espalda como un guante (lo ideal si vas a forzar el ritmo y quieres evitar sentirte como una batidora). De un vistazo observo que tengo a mi disposición la tracción integral 4Drive y un cambio DSG de siete velocidades, que me pondrá las cosas más fáciles cuando eleve el ritmo y me permita cambiar con las levas que tengo tras el volante. Toca hablar del motor.
¿De qué se trata? Es el conocido 2.0 TSI (es el mismo bloque que el del VW Golf GTI), pero con nada más y nada menos que 300 CV, una fuerza que logra a 5.300 vueltas. Lo mejor no es eso, sino que su increíble par motor asciende a 400 Nm y son constantes entre 2.000 y 5.200 rpm. ¡ Tienen tanto par como un diésel! Con semejantes cifras ya me estoy relamiendo, porque la cosa no pue- de ir mal. Te lo pongo en contexto: he medido una aceleración real de 0 a 100 km/ h de 5,3 segundos. No hay muchas opciones en el mercado con semejantes prestaciones, aparte de, por ejemplo, un Alfa Romeo Stelvio QV o un Porsche Macan Turbo, y ambos son de un segmento superior. Comparado con sus rivales naturales, como el VW Tiguan o Nissan Qashqai, les saca los colores, ya que, como mucho, ofrecen unos 200 CV. Pero claro, para sacar la quintaesencia a este poderoso bloque, los ingenieros de Cupra han tenido que currar de lo lindo. Sobre todo para contener sus 1.615 kilos. Se han ayudado de todo un arsenal de soluciones, capitaneadas por la tracción total 4Drive: en un modo de utilización normal envía toda la fuerza al eje delantero y, si las necesidades lo requieren, es capaz de distribuir la fuerza en cada de una de las ruedas.
Pero lo mejor que puedo hacer es poner todo esto a prueba. Las suspensiones ya van duras de por sí, pero puedo tensarlas más todavía con el Control Dinámico de chasis (de serie). Activo el Launch Control
(sí, lo lleva) y al soltar el freno salgo catapultado hacia adelante. La patada es enorme. Llega la primera curva y clavo los frenos. ¡Wow! No me esperaba esta potencia a la hora de detener este coche. Los discos de 370 mm firmados por Brembo (opcionales) tienen la culpa. Son unos grandes aliados. Apunto con la dirección y el eje delantero desliza un poco. ¡Demasiado optimismo! Pero no es nada grave, porque este chasis es como una madre que te perdona casi cualquier error. Siguiente curva cerrada, con una salida muy lenta y este Cupra tracciona de maravilla. ¡Qué fácil! Parece que estoy en un coche más pequeño, por las sensaciones, pero en realidad es un SUV con todas sus cualidades prácticas intactas: maletero, buenas plazas traseras... Cupra, señores, ha obrado el milagro.