GRANDE, Y NO SOLO EN TAMAÑO
EL TARRACO CUBRE LA AUSENCIA EN UN SEGMENTO que la marca no podía permitirse no estar: el de los todocamino grandes. Y lo hace con motores gasolina y diésel de 150 y 190 CV (algunos con tracción integral y cambio DSG), un nuevo lenguaje de diseño que se verá en futuros modelos de Seat, un interior versátil con acabados de calidad y hasta siete plazas, buenas sensaciones al volante y un completo equipamiento tecnológico. Con dos acabados y un precio entre 32.650 y 45.150 €, ya está disponible. Más adelante llegará un FR y una versión híbrida enchufable de 210 CV.
Para esta prueba he elegido el bloque gasolina más pequeño, ya que será uno de los más vendidos. Sentado al volante notas ese puntito premium del Tarraco. Buenos materiales y ajustes, espacio a raudales (menos en la tercera fila,) y un completo equipamiento tecnológico: el Digital Cockpit de 10,25'', que junto con la pantalla táctil central de 8 "(de serie), son de lo mejorcito en ca- lidad gráfica y legibilidad; el asistente Amazon Alexa; los asistentes de frenada de emergencia automática con detección de peatones y ciclistas, de cambio de carril y de llamada de emergencia. Opcionales son el control gestual, el detector de fatiga y de vehículos en ángulo muerto, los asistentes de salida marcha atrás del aparcamiento, conducción en atascos y luces automáticas y el reconocimiento de señales. El asistente de precolisión y el detector de vuelco
Rollover Assist son nuevos.
En marcha, y pese a su tamaño y peso (4,73 m de largo y 1.599 kg de masa total), es ágil en cualquier carretera. En autopista es un rodador excelente que, como no vayas pendiente, enseguida te hace ir por encima de los límites legales. Y cuando la carretera se vuelve más sinuosa, enlaza curvas con un comportamiento destacable. Eso sí, no olvides que llevas un bicho grande..
El cambio manual es preciso, al igual que la dirección y el tarado de la suspensión, muy confortable (no resulta ni demasiado rebotón, ni demasiado duro -incluso en modo deportivo-). Menos satisfactorio es el motor. No porque funcione mal (estira bien, no es demasiado ruidoso, etc.), sino porque a veces sus 150 CV se quedan algo escasos para un vehículo de esta envergadura.
Sinceramente, estoy convencido de que para la mayoría de los conductores que viajan tranquilamente en su todocamino y para los que las carreteras con curvas son más un estorbo que una alegría, esta potencia seguramente será suficiente. Pero si quieres mantener el Tarraco alegre en todo momento y tener un plus a la hora de adelantar o subir algún puerto, te recomiendo que elijas mejor el de 190 CV.
Un último consejo: aprovecha que el selector de modos de conducción es de serie, y mejor usa Sport' El coche se muestra más vivo, y eso se agradece en todo momento. Del
Eco olvídate salvo que quieras el reconocimiento de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena...