El CR-V es un gran coche para viajar
En el duelo del Honda HR-V contra Honda CR-V, el pequeño es apenas más pequeño, pero...
TENEMOS LA DUDA DE SI ESTA GUÍA DE COMPRA ha llegado pronto o demasiado tarde para Honda, porque el HR-V y el CR-V concurren aquí con el motor 1.5 VTEC, pero solo en el SUV grande cuenta con la ayuda de un turbo para llegar a los 173 CV. Esa solución se ofrecerá pronto en el HR-V (alcanzará los 182 CV), pero actualmente se conforma con 130. A pesar de que el HR-V solo pesa 1.241 kilos (el CR-V, 260 más), su propulsor atmosférico se esfuerza ruidosamente, pero no con demasiado éxito. El pequeño pierde un segundo frente a su rival en la aceleración de 0 a 100 km/h y su velocidad máxima oficial es de 192 km/h, es decir, claramente menor (CR-V: 211 km/h). Y es una pena, porque el ligero HR-V tiene una relación mucho más fluida con las curvas. El CR-V, por su mayor volumen y peso, acusa más las inercias y, a menudo, parece que preferiría seguir avanzando en línea recta.
En cualquier caso, el hermano mayor invita claramente a una conducción confortable. Con un sonido suave y poco deportivo. Todo en él es más relajado. Algo que subraya con los asientos más cómodos y un número significativamente mayor de asistentes de conducción. ¿Todo decidido, entonces? Pues no, porque el HR-V sorprende con su buen espacio interior. Delante, en realidad, se está más desahogado que en el CR-V, y detrás solo faltan unos centímetros. De acuerdo, con el equipaje, los ocupantes del HR-V tienen que dejar una o dos maletas en casa, pero lo compensa con un truco especial: los Magic Seats, que permiten plegar los asientos traseros como una butaca de cine y meter incluso una bicicleta en la segunda fila. Con esto le perdonamos ridiculeces innecesarias como los tiradores de las puertas traseras en el pilar C. Y más aún cuando el CR-V no está exento de rarezas: para arrancar, por ejemplo, el freno de mano debe estar puesto.
Con el HR-V ahorras 7.000 euros antes de recorrer un solo kilómetro...