SEGUNDA MANO
El Honda Civic Tourer es un inesperado descubrimiento. Y de segunda mano, un magnífico hallazgo
El Honda Civic Tourer es una ‘rara avis’ que como usado no da para nada el cante
NUESTRO HONDA CIVIC TOURER TIENE TRES AÑOS de antigüedad y no parece haber recorrido los 90.000 kilómetros que indica el marcador. Algo tiene que ver también, claro, el buen cuidado de su anterior dueño. Pero no encontramos ningún fallo o elemento reseñable debido al uso, como llantas rayadas o superficies rasgadas. No hay signos de oxidación ni tampoco rastro de bujes o manguitos de goma defectuosos ni de fugas de aceite. Al bajarlo del elevador, solo nos han llamado la atención los chirridos de los discos de freno. De hecho, es una pequeña tara típica de Honda que, eso sí, ha disminuido en la novena generación del Civic. Con todo, las deficiencias
en los frenos de la marca japonesa por el paso del tiempo siguen estando por encima de la media en el informe TÜV de fiabilidad. Por eso es lo primero que debe revisarse.
Otra de sus debilidades está en su sistema de iluminación. Aunque no se trata de algo excesivamente problemático ni costoso.
Lo que muchos no saben es que el Civic Tourer es el maestro de carga de su segmento. Debajo del suelo de su enorme maletero hay espacio de almacenamiento adicional para exactamente, atención, dos trolleys de cabina. Y la cubierta enrollable se puede alojar en un compartimento escondido en esta misma zona. Además, la boca de carga está a solo 57 centímetros del suelo. Por capacidad, solo el Skoda Octavia Combi, es capaz de dar cabida a más equipaje. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el checo es diez centímetros más largo y no tiene los asientos abatibles como los del Civic. Para lograr un sis
tema tan inteligente, el depósito va ubicado debajo de los asientos delanteros y el escape recorre los bajos por el lateral derecho y no por el centro.
Algunos critican su peculiar diseño, incluso aseguran que asustó a potenciales clientes. Y también ha cosechado críticas su motor de gasolina, debido a su bajo par. Pero a cambio, este bloque con cadena de distribución es muy resistente. La fuerza la desarrolla a base de revoluciones, aunque en comparación con los motores VTEC antiguos, la entrega de potencia es más homogénea. Rara vez un cuatro cilindros ha sonado tan saludable a 7.000 vueltas. El diésel 1.6 i-DTEC tampoco conoce ninguna debilidad, pero no cumplía con la norma Euro 6 hasta el otoño de 2015.