FUERA DE SERIE
La Skoda Titan Desert es la carrera de mountain bike más exigente del mundo. Te contamos nuestra experiencia allí
Para comprobar si un SUV es capaz de superar las condiciones más extremas, nada mejor que hacerlo en pleno desierto del Sáhara con temperaturas por encima de los 40ºC. Acompáñanos en esta aventura extrema en la que no solo el Skoda Kodiaq tiene que demostrar su valía
SI TE ESTÁS PREGUNTANDO QUÉ PINTO YO vestido de ciclista delante de un Skoda Kodiaq en pleno desierto, deja que te cuente cómo comenzó esta alocada historia...
Un servidor, además de disfrutar con los coches y de escribir sobre ellos, por si no tuviera bastante, rellena el poco tiempo libre que le queda con más ruedas: las de su bicicleta. Por eso, cuando me enteré de que Skoda unía su nombre al de una de las pruebas por etapas más míticas y duras del mountain bike, la Titan Desert, no dudé en proponerles la que ha terminado siendo la aventura más vibrante de mi vida: participar en la carrera y disfrutar al mismo
tiempo de la conducción 4x4 a los mandos del Skoda Kodiaq. La cuestión clave era descubrir quien aguantaría más, si el coche o yo.
Seguramente estés pensando que un SUV no es el coche ideal para surcar el desierto. Y algo de razón no te falta, pero te sorprendería descubrir de lo que es capaz. Para ello, solo hay que saber cómo equiparlo y cómo conducirlo, para disfrutar en las dunas como un surfista en las olas.
El Kodiaq de esta prueba estaba equipado con el motor más potente de la gama, si exceptuamos la versión deportiva RS (240 CV), es decir, el 2.0 TDI de 190 CV con cambio DSG de siete velocidades y acabado SportLine. Además de, por supuesto, tracción 4x4. Así, completamente de serie es un coche totalmente recomendable para viajar a un país como Marruecos y disfrutar sin miedo al fracaso de sus rotas y exigentes carreteras e incluso de sus pedregosos caminos. Pero como la intención era exprimirlo a fondo en todo tipo de situaciones, dunas incluidas, estaba convenientemente calzado para la ocasión con unos neumáticos M+S Cooper Discoverer, con medida 235/65 R 17. No solo son unos neumáticos aptos para circular fuera del asfalto, sino que tienen más perfil y unos flancos más fuertes para soportar bajas presiones. >>
La Titan Desert es una prueba muy dura, pero diferente, especial. Sin lugar a dudas, 100% recomendable"
>> Como ya sabrás, el Kodiaq es un coche cuya conducción se caracteriza por el confort, gracias a su suspensión adaptativa e independiente en ambos ejes, pero en un camino de piedras esta se vería desbordada si se circula con las presiones habituales que se usan en carretera, por lo que las bajé a 1,6 bares.
Así, me planté en Merzouga, al sur de Marruecos, en pleno desierto del Sáhara, monté la bici en el portabicicletas del techo (aunque por la gran habitabilidad que ofrece este coche podría caber en el interior si abates los asientos traseros) y aproveché la jornada previa de la Titan Desert para descubrir el terreno al que nos íbamos a enfrentar tanto el coche como yo en los días sucesivos.
Buff... Nada más completar los primeros kilómetros me di cuenta de que esto no era ninguna broma: caminos rizados, zonas llenas de piedras, viento en contra y arena, mucha arena, no solo en las dunas, sino en buena parte del recorrido, lo que dificulta avanzar incluso al coche, así que me temía lo peor cuando me tocara dar pedales... Tras hacer parte de las fotos que ilustran este reportaje, me fui a descansar con el miedo en el cuerpo, temiéndome lo peor sobre lo que me podría encontrar en la primera etapa.
Como es lógico, debido a los nervios, dormí fatal. Pero ya no había tiempo de lamentos: la música sonaba a tope y, casi sin tiempo de reacción, cuando me quise dar cuenta, el speaker de la carrera ya estaba gritando por el micro la cuenta atrás: 3, 2, 1... El Skoda Kodiaq arranca y tras él 675 valientes ciclistas entre los que yo me encontraba, aunque en este momento me sentía de todo menos valiente. Empezamos con calma, cogiendo sensaciones, pero en esta
Se podría decir que la Titan Desert es una carrera incluso más dura que el Tour de Francia" Sylvain Chavanel, exciclista profesional
prueba no hay espacio para el relax, la tensión y la exigencia es constante y apenas cinco kilómetros después de la salida nos enfrentamos a las enormes dunas del Erg Chebbi. ¡Qué vistas! ¡Qué pasada! ¡Qué duro!
No pude evitar acordarme de Manu Tajada (y de su familia), director técnico de la Titan Desert. Él es quien ha ideado el recorrido de la prueba y quien nos obligaba a pasar por zonas tan complicadas. Y por un momento pensé cómo se estaría comportando el Kodiaq.
Tranquilo, no te voy a contar kilómetro a kilómetro. Solo te diré, para que te hagas una idea, que la primera etapa (107 kilómetros) fue bastante dura y que tardé casi siete horas en completarla. Y quedaban cinco más...
Y como fui a Marruecos no solo para dar pedales, sino también para conducir, por la tarde, pese al cansancio, nueva sesión de fotos y prueba del Kodiaq en las dunas.
En este caso bajé todavía más la presión de las ruedas y la dejé en 1,0. Esto sería peligroso en carretera, pero aquí es necesario si quieres avanzar en un terreno tan blando. Si soy sincero, pensaba que el SUV checo tendría muchas más dificultades para moverse con soltura en las dunas, pero la combinación de la tracción 4x4, con el cambio DSG (tiene levas en el volante para que insertes la marcha más adecuada y mantengas el régimen del motor alto) y los neumáticos M+S con poca presión, te aseguro que ha resultado perfecta para conducir por las dunas sin mayor inconveniente. Además, te recuerdo que las versiones con tracción a las cuatro ruedas del Kodiaq cuentan con el modo offroad, que hace que el acelerador responda con menos sensibilidad, lo cual tam- >>
Qué vistas! ¡Qué pasada! ¡Qué duro es afrontar a las dunas del Erg Chebbi! Tanto para el Skoda Kodiaq, como para los corredores
>> bién ayuda a no hundirse en la arena. Lo único que hay que tener en cuenta es que sus cotas todoterreno no son tan buenas como las de un 4x4 puro y, por tanto, hay que andar con cuidado al afrontar las dunas. En cualquier caso, con un ángulo de ataque de 19,1º y uno de salida de 15,6º (20,1º y 22,8º para el Kodiaq Scout, todavía mejor para conducción offroad), más su altura libre al suelo de unos 20 cm con los neumáticos todoterreno, tendrás más que suficiente para la mayoría de situaciones. Lo que no te recomiendo es que afrontes dunas altas como sí podrías hacer con un todoterreno de los de toda la vida.
Al día siguiente tocaba volver a dar pedales. En este caso el recorrido era de 102 kilómetros, pero fue una jornada terrible, la mas dura que he vivido en mi vida sobre una bici. Confieso que por mi cabeza pasó el abandono. Pero nadie dijo que esto fuera fácil y decidí seguir adelante...
El único consuelo que me quedaba es que escuché decir a todo un Sylvain Chavanel, excliclista profesional, que tiene el honor de haber sido el que más veces (18) ha corrido el Tour de Francia, que “esto es más duro que el Tour”. Suena como para no animarse a venir, pero algo tendrá
esta carrera, porque aquí no solo compiten exciclistas como él y como Purito Rodríguez, sino pilotos como el dakariano en motos Joan Barreda, o el que fuera subcampeón del mundo de rallys François Delecour. Y compartir campamento con todos ellos es otra de las cosas mágicas de la Titan Desert.
Poco a poco, la carrera cambió las dunas por un desierto de piedras, terreno más rodador y más adaptado tanto para mí como para el Kodiaq. Así pasaron las jornadas tres y cuatro, mucho más llevaderas. El punto clave para lograr la gesta fue la etapa número cinco, ya que era la más larga de todas y en sus 125 kilómetros debíamos salvar 1.500 metros de desnivel, con un puerto de categoría especial en el que Skoda, como patrocinador de la carrera, ofrecía un premio especial para el más rápido. Eso era para los pro, claro. Yo, a lo mío, que bastante tuve con poder solucionar un pinchazo y un problema mecánico.
Cansado, agotado, pero feliz, llegué a la última jornada, de tan solo 65 kilómetros, consciente de que solo una caída o un error grave por mi parte me impedirían ser finisher de una de las pruebas de MTB más duras que existen.
La Titan Desert sin ningún tipo de duda es la prueba más exigente que he hecho en mi vida y no solo lo ha sido para mí y para mi bicicleta, también lo ha sido para el Kodiaq, que se ha enfrentado sin miedo a las condiciones más duras. Desde luego, me he sentido muy identificado con él, porque algunos dudaban de mí, pensaban que no sería capaz de acabar, y puede que algunos duden de sus capacidades. Pero ambos hemos demostrado que podemos, que no tememos enfrentarnos a los retos más complicados y lo hemos conseguido, ¡SOMOS TITANES!