Renault Mégane
Después de 100.000 kilómetros con el Renault Mégane, podemos decirte que ha superado esta prueba con nota. Solo el manejo de los elementos de control no nos ha convencido del todo
ESTE RENAULT MÉGANE TCE 130 GT LINE no tuvo que enfrentarse a ninguna crítica cuando apareció el 7 de octubre de 2016 en AUTO BILD. Simplemente, parecía demasiado bueno para criticarle. Llantas de 18 pulgadas, una bonita carrocería con un llamativo color Azul Rayo y asientos deportivos en el interior. Además, cuenta con una atractiva firma lumínica en la zaga (creada por los alargados pilotos traseros) que "siempre es agradable a la vista", como un colega elogió en el cuaderno de viaje. En general, las expectativas eran grandes.
¿Puede Renault, después del resultado mejorable del Clio (obtuvo un 6 como nota final) en esta misma prueba de larga duración, compensar el terreno perdido?
Al menos, el factor de confort y seguridad no debería ser un problema, teniendo en cuenta lo bien dotado que viene el acabado GT Line: alerta de cambio de carril, control de crucero, climatizador bizona, Bluetooth... Nosotros lo mejoramos con el cambio automático, sistema multimedia R-Link y llantas de 18". En total, nos gastamos 29.615 euros (sin incluir los descuentos).
Las primeras anotaciones en el cuaderno de la prueba muestran críticas al sistema R-Link: la estructura de los menús es confusa y desespera a los compañeros que conducen por primera vez este Renault. "Cambiar la iluminación ambiental del habitáculo es más fácil que buscar tu emisora favorita", dice un redactor. Además, la recepción de la radio es deficiente, a pesar de su gran antena en el techo: se desenrosca con mucha dificultad antes de meterlo en el túnel de lavado y recuerda a la del Renault 19. Da igual si es FM o DAB, las emisoras no se escuchan bien. La