Opel Corsa
El nuevo Opel Corsa crece en tamaño, prestaciones, confort y eficiencia. Tendrá versión eléctrica y se fabricará en España
SI LA GENTE SE ESTÁ VOLVIENDO LOCA CON LOS SUV urbanos tipo crossover para la ciudad, ¿qué pueden ofrecer los utilitarios superventas de siempre? Exprimir su plataforma al máximo y parecerse más a los compactos en diseño, tamaño, habitabilidad, tecnología y prestaciones, para poder ser usados en la urbe, pero cumplir mejor las expectativas de quienes también salen de ella. Así es el nuevo Opel Corsa, más coche que antes, más eficiente y con más cualidades para conquistar. ¿La más llamativa? La versión eléctrica, que encaja a la perfección con la nueva filosofía de la marca dentro del Grupo PSA.
El nuevo Corsa, que es el primer producto que se lanza bajo el paraguas de Peugeot-Citroën, no llegará al mercado hasta otoño (y el enchufable lo hará en 2020). Por eso, Opel
lo está sometiendo, bien camuflado, a rigurosas pruebas de validación.
En AUTO BILD hemos sido de los primeros en poder conducirlo y las sensaciones han sido muy positivas nada más tomar asiento. Para empezar, porque la posición de conducción está 28 mm más cerca del suelo, porque cuenta ahora con revestimientos más estudiados para reducir peso y elementos activos en el frontal para facilitar el flujo aerodinámico. Además, gracias a la plataforma modular CMP para los segmentos B y C -que estrena este modelo en Opel en Figueruelas (Zaragoza)-, el Corsa se estira hasta los 4,06 m de largo, con una distancia entre ejes también superior (28 mm más - 2.510 mm-). Eso hace que sea más cómodo, tenga más habitabilidad y su maletero haya pasado de los 289 a los 309 litros.
Aunque durante la presentación he podido catar el motor pata negra 1.2 Turbo de 130 CV con cambio automático de ocho velocidades (y compararlo con los bloques atmosféricos 1.4 en un Corsa actual), me centro aquí en el 1.2 T de 100 CV con caja manual de seis velocidades, pues a buen seguro será la configuración que más se venda en nuestro país, en dura competencia con el propulsor básico, de 75 CV (también habrá un diésel de 1,5 litros y 100 CV, manual de seis marchas).
Su empuje es más moderado que el del coche guía (el Corsa GSI actual, de 150 CV), que abre camino y que esta semana tengo en el garaje de casa. Pero también por eso, te puedo decir que la configuración del nuevo Corsa compensa con creces esa diferencia de potencia: en la versión de cinco puertas, por ejemplo, es 108 kg más ligero, su capó -de aluminioestá algo más alejado del habitáculo, está mejor insonorizado, el reparto de pesos es más adecuado que en el diseño abombado y urbanita del actual Corsa (que data de 2014)... Y el hecho de que el nuevo haya sido desarrollo conforme a la alta velocidad de las autopistas alemanas, se nota también, y mucho, en una dirección recalibrada -para que sea mucho más comunicativa y precisay en una aerodinámica más cuidada (con dos spoilers a elegir).
A medida que las cosas se van complicando en cuanto a virajes y la meteorología nos regala chaparrones de agua muy intensos y asfalto sin drenar, la prueba del nuevo Corsa se vuelve más interesante: estos 100 CV cunden mucho respecto a la filosofía de su predecesor. Solo un pero: en esta versión manual (la automática de ocho marchas es rápida y va con levas en el volante) la palanca resulta demasiado larga y algo imprecisa, sensación que se agudiza con un pomo demasiado grande. En mi caso, es lo único por lo que he extrañado el Corsa que aún se vende en los concesionarios.