Opel Grandland X: probamos un SUV muy aventurero
Opel ha metido mano al Grandland X para introducir nuevos motores más ecológicos
ADAPTARSE O MORIR. Opel ha introducido cambios en toda la gama mecánica del GrandLand X para adaptarse a las exigencias de la actual normativa sobre emisiones. De esta forma, se ofrecen los mismos bloques que hasta ahora (dos motores diésel CDTi y dos turbo de gasolina de 130 y 180 CV), pero ya cumplen la norma Euro 6d-Temp. Los motores más modestos pueden llevar una caja de cambios manual de seis velocidades Motor 4L Turbo, del., transversal Potencia 180 CV a 5.500 rpm
Par motor 250 Nm a 1.650 rpm Transmisión Automática, 8 vel. Tracción Integral Largo/Ancho/Alto 4.477/1.856/1.609 mm Depósito 53 litros Peso 1.575 kilos Velocidad máx. 220 km/h 0–100 km/h N.D. Consumo – CO2 7,5 l/100 km - 170 g/km Precio 32.050 euros u otra opcional automática de ocho, mientras que los más potentes solo están disponibles, como hasta ahora, con la transmisión automática.
Estos cambios internos no han afectado a la cifras de prestaciones y, en la práctica, el SUV grande de la marca alemana cumple con las expectativas, siendo un coche cómodo para viajar y con cierto brío en su versión tope de gama. Los motores más modestos tampoco desmerecen: aunque no son tan ágiles como los de 180 CV, sus cifras de consumo son más convincentes.
Además de las nuevas versiones mecánicas (entre 141 y 180 g/km de CO2) que acaparan la actualidad de la marca, otra de las grandes noticias es la variante híbrida enchufable (52 km de autonomía 0 emisiones), de la que ya se aceptan pedidos y cuyo precio es de 53.000 euros (más adelante saldrá una versión menos potente 4x2 por menos de 42.000).
Y para terminar te diré que Opel planifica una revolución a medio plazo, porque en 2024 todos los modelos de su gama tendrán, al menos, una versión eléctrica o electrificada.