¿Quieres un deportivo puro? ¿Te deberías atrever con el Lotus Elise?
En términos de diversión al volante, el Lotus Elise es una de las mejores opciones
SIN PIEDAD, EL ELISE NOS PONE FRENTE AL ESPEJO, para que nos planteemos por qué no paramos de engordar innecesariamente nuestros coches.
Pon a este liviano vehículo a la sombra de un SUV de dos toneladas y enseguida te vendrán a la cabeza los estereotipos más populares sobre la irracionalidad de los coches deportivos exóticos. Pero ahí va un dato: al final de nuestra sesión de fotos con el Elise S1 y tras haberlo conducido de manera extremadamente dinámica, a la hora de repostar combustible, solo ha consumido 6,5 l/100 km. Este dato está muy lejos del de los pesadísimos SUV actuales, que van sobrados de caballos.
A veces nos olvidamos de que el verdadero placer de conducir está estrechamente relacionado con la filosofía de prescindir de lo innecesario: sin dirección asistida, sin ABS y, por supuesto, sin control de estabilidad. El techo se abre y se cierra a mano, y tampoco tiene cierre centralizado ni elevalunas eléctricos. ¡No se puede ser más auténtico!
Y tampoco necesita mucha potencia para ser un verdadero espectáculo por carreteras de montaña. El motor Rover-K atmosférico de 1,8 litros y 120 CV resulta suficiente. A partir de 4.000 vueltas desarrolla un impulso notable, y a las 6.000 el aullido que emite es adictivo. Si le coges el punto, podrás conseguir que las rectas entre las curvas se vuelvan más cortas como por arte de magia. Y eso es bueno, porque sucumbirás rápidamente al placer que este coche genera al enlazar una curva tras otra. El cerebro del conductor, al experimentar esta conducción por primera vez, corrige rápidamente algunas conexiones sinápticas. Las asociaciones que solemos hacer entre un kart y un Mini se eliminan, porque el único deportivo realmente merecedor de tal comparación es solo el Lotus Elise.
Dicen que la diversión no tiene precio, pero eso no evita que sea costosa. Nuestra unidad estaba a la venta por 25.000 euros. El tras consultar a un experto en este tipo de vehículos nos recomienda que "nunca debes gastarte menos de 20.000 euros por un Elise. Las ofertas que están por debajo de esa ci
fra conllevan el riesgo de haber pasado por aficionados al destornillador sin experiencia".
Y es que su tecnología y mecánica son tan simples que te invitan a arreglarlo tú mismo. ¡Pero la experiencia y conocer al dedillo el coche es indispensable! Una especificidad del Elise son las averías por accidente. Un daño en el chasis significa la muerte inmediata, porque las reparaciones del bastidor de aluminio son, inevitablemente, muy costosas y, por lo tanto, económicamente poco aconsejables.
Además, Lotus no otorga una aprobación para dicho trabajo estructural. También sale caro cualquier daño en la sección frontal, porque es una pieza completa, por lo que figura como tal en la tabla de precios de las piezas -en lugar de la habitual "aleta delantera", por ejemplo-. Otra de las debilidades es el motor. El bloque de cuatro cilindros no está bien refrigerado y es común encontrar unidades con menos de 60.000 km con la junta de la culata deteriorada. La solución para evitarlo es instalar un segundo electroventilador.