El automóvil: ¿un espacio sin humos? .....
Más del 22% de la población española fuma. ¿Debe ser el coche un espacio libre de humos?
LA LIBERTAD INDIVIDUAL TERMINA donde empieza la de los demás. Este aforismo tan simple acuñado por Rousseau hace 250 años resulta tan útil para delimitar cualquier derecho individual que a menudo es citado hasta por los políticos cuando discuten sobre una nueva legislación.
Tampoco hace falta ser un experto en leyes para entender que entre las libertades hay niveles y, aunque fumar forme parte de estas, hay derechos de rango superior que deben prevalecer, como el de la salud. Así, la Constitución de la OMS afirma que "el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano".
Aunque seas fumador, no tienes por qué sentirte señalado por lo que acabas de leer: en realidad, casi todos los derechos chocan entre sí. Pero es bueno recordar lo anterior, porque la cosa se complica más cuando el lugar en el que se fuma es detrás del volante de un vehículo en movimiento. En España no existe la prohibición de fumar en el coche, a pesar de que sí se recomienda no hacerlo en presencia de niños y de embarazadas -luego volveremos sobre esto-, pero si un Guardia Civil te ve con un cigarro mientras conduces, puede llegar a sancionarte si considera que con ello te estás distrayendo en exceso.
El Reglamento de Circulación establece en el artículo 18.1 que “el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los
pasajeros". Y cualquier fumador se puede reconocer a sí mismo en más de un momento en el que no ha estado cumpliendo con esta norma.
Aquí hay que recordar que, según cifras de la DGT, el 60% de los accidentes y el 32% de las víctimas mortales se producen por distracciones al volante. Quizá, fumar en sí no lo sea tanto, pero buscar la cajetilla, el mechero, un cigarro caído en el suelo o quemarte con uno generan importantes desatenciones al volante. Además, fumar puede provocar ataques de tos y agrava los síntomas de una alergia, lo que de por sí aumenta el riesgo si se está realizando una actividad peligrosa como conducir.
¿Se acerca la prohibición?
Y si es tan arriesgado para fumadores y para el resto, ¿por qué no prohibir fumar en el coche? En 2019, el director General de Tráfico, Pere Navarro, indicaba que "fumar al volante es peligrosísimo", pero que no se sentirían "cómodos" con "la imagen de la Guardia Civil persiguiendo a fumadores". En ese momento apuntaba a que la DGT esperara que Sanidad se pronunciara al respecto algún día, con lo que, quizá, los agentes de la Benemérita acaben vigilando a los conductores fumadores.
Así, la pelota esta ahora en el Ministerio de Sanidad, que es el encargado de proponer legislaciones para salvaguardar la salud de los ciudadanos. En España, la conocida como
ley antitabaco prohíbe fumar en espacios públicos desde el año 2005 y fue reformada en 2010. Aunque polémica en su aplicación al comienzo, entre 2006 y 2018, el número de fumadores habituales cayó en un 6%, hasta el 22,7% de la población (el 27,5% de los hombres y el 18,6% de las mujeres).
Sin embargo, parece que el efecto de la norma ha dejado de notarse. A los médicos les preocupa que la edad de inicio de esta actividad cada vez sea más baja -ahora está en 14 años- y el grupo en el que el tabaquismo aumenta más sea el de los menores de 25 años. De ahí que desde el Ministerio de Sanidad se esté preparando la propuesta de nuevas medidas que den un nuevo impulso a la lucha contra el tabaquismo. Y se especula -sobre todo, después de que Pere Navarro les pasara la patata calientecon que la prohibición de fumar en el coche podría ser una.
"Impedir que se fume en los coches está entre otras medidas, pero hablaremos en el futuro cuando haya líneas claras. No se trata de una decisión política, sino de idoneidad según los criterios de seguridad, calidad y experiencia", han afirmado desde el Ministerio dirigido por
María Luisa Carcedo. Esta prohibición no sería mal vista por gran parte de la población. Según una encuesta publicada por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC), el 54,2% estaría a favor de prohibir fumar al volante en cualquier situación, y ocho de cada diez personas (el 86,3%) están de acuerdo en prohibir que se fume en los coches si viajan menores de edad.
Por otro lado, la prohibición tendría sentido a la hora de mejorar la Seguridad Vial si se atiende a los resultados del estudio Emotional Driving, realizado en 2018 por Gonvarri y Movistar, donde fumar figura entre una de las principales causas de desatención al volante entre los jóvenes, pues el 23,09% reconoce que lo hace mientras conduce.
El problema es que fumar en el coche, al menos cuando en él sólo viaja el conductor, no está prohibido en casi ningún Estado. Porque como puedes ver en la tabla de la derecha, en los Países Bajos, la ley de protección de la salud en el trabajo establece el puesto laboral como espacio libre de humos, y esto alcanza por igual a los vehículos destinados al uso profesional.
Volviendo sobre el asunto del rango de las libertades, es evidente que en España existe un vacío al no protegerse el derecho de los más vulnerables, como niños y embarazadas, a respirar aire limpio también en el habitáculo de un vehículo. Sin embargo, ampliar la prohibición de fumar a todos los escenarios de conducción, viendo el contexto internacional, haría que una norma así hiciera de la legislación española la más restrictiva del planeta.
Del los países que prohíben el tabaco en el coche, casi todos lo hacen bajo la condición de que en él viajen menores, niños o embarazadas. De hecho, el 30% de las muertes por tabaquismo pasivo en el mundo se dan entre niños. Grecia por ejemplo, con una tasa de fumadores habituales del 40% -la más alta de toda Europaha sido uno de los últimos Estados en legislar a este respecto. Allí la mul
ta llega a 1.200 euros si se fuma con menores de 12 años en el coche.
En Grecia, las anteriores normas se han cumplido poco hasta ahora y por eso también hay multa de 3.000 euros a los conductores de transportes públicos que fumen si llevan a menores. Aquí, quizá no haga falta llegar a la prohibición total si se consigue convencer a muchos de ese 22% de españoles que todavía fuman de que, por lo menos, no lo hagan cuando conducen. Motivos hay más que de sobra para ello. De las más de 250 sustancias nocivas que se emiten al fumar, aunque vayas con las ventanillas abiertas, muchas se adhieren a la tapicería o a las alfombrillas del vehículo, de donde se van desprendiendo lentamente a lo largo de las semanas.
Por otro lado, si fumas, creas monóxido de carbono y tu nivel de oxigenación en sangre disminuye. Esto aumenta la irritabilidad, el cansancio, la somnolencia, la frecuencia cardiaca y la presión arterial y puede dar dolor de cabeza y confusión, por lo que disminuyen los reflejos y la capacidad de reacción. Si aun así fumas en tu coche, no tires colillas por la ventana o te puede caer una multa de 200 euros y 4 puntos del permiso. Una broma si esa colilla causa un incendio (según el Ministerio de Medio Ambiente, el 3% de ellos –21.000 en los últimos diez años– lo originaron cigarros abandonados o arrojados desde vehículos), porque podrías ir a prisión por un delito contra el medioambiente. Si te pillan, claro, aunque ya se han dado casos en España a través del ADN.
Por otro lado, las sustancias del humo del tabaco también se adhieren al filtro de aire del habitáculo, que se obstruye de este modo con mayor rapidez y el olor se pega a plásticos y tapicería. Según una encuesta de Autoscout24, el 42% de los españoles no compraría un coche usado propiedad de un fumador. Ya ves: cada vez que te enciendes un cigarro en él, tu coche y tu salud se devalúan a la vez.