Todo sobre los remolques
¿Nueva realidad? ¡Nuevas diversiones! No vayas a remolque de nadie y arrastra tú a todos estas vacaciones. Te contamos cómo
HAN SIDO MUCHOS DÍAS (Y NOCHES) de confinamiento. Y no sé tú, pero ante la tentación de dejarse llevar por el lógico pesimismo, a mí me ha dado por leer, ordenar las miniaturas... y hacer planes para cuando se pudiera salir, aunque fuera con mascarilla y gel desinfectante.
Con la nueva normalidad (y con todas las precauciones sanitarias), es hora de volverse a subirse al carro de la diversión, sin dejar que nadie te eche el freno. Y en mi caso, me he tomado en serio eso de no ir a remolque y tirar de propuestas apetecibles sin salir de España. ¿Una excursión en coche de ida y vuelta en el día? ¿Una acampada en la playa por la noche? ¿Una ruta por carreteras de montaña en moto? ¿O todo a la vez?
A veces, no es cuestión de gastar mucho dinero, sino de echarle imaginación y atreverse con un buen carro. Y no me refiero sólo al Mitsubishi L200 que ves aquí (que también resultó ideal para novatos, por motivos que luego te contaré), sino a lo que hay detrás, que me ha servido para traerme una moto de otra provincia y entretenerme estos días libres para ponerla al día y disfrutar.
Bicis, quads, piraguas... Un remolque puede ser el gran aliado para unas vacaciones anti-covid si sigues estos consejos. ¿Te atreves?
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De noche, el calor amaina y hay menos tráfico, pero uno suele fatigarse antes y es más difícil vigilar por el retrovisor que la carga sigue ahí
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Hay remolques ligeros (hasta 750 kg, que se llevan con el carné B de coche) desde 400 euros... ¡o desde 50 euros al día, si los alquilas!
Dije un día, en plena pandemia, que me apetecía una moto grande y barata para divertirme este verano arreglándola y saliendo de ruta... Así que mis amigos volaron para conseguirme esta Suzuki GSX 750F de 106 CV y 231 kg de peso... pero en Valladolid, a 200 km de casa. Por llevar tiempo parada, no quería arriesgarme a arrancarla y recorrer ese trayecto montando en ella. Así que un sencillo remolque fue la solución más asequible. Lo malo es que ahora quien se ha 'enganchado' a los remolques ¡soy yo!