‘Audi TT RS vs Porsche 718 Boxster ¿Cuál es más divertido?
DIEZ SEGUNDOS. TANTO (O
MÁS BIEN, TAN POCO) es lo que tardan en plegarse y esconderse los techos de lona de nuestros dos protagonistas. Luego, el aire y la luz lo inundan todo, el aroma del bosque, los prados, la naturaleza... Todo eso penetra en tu nariz y te hace disfrutar el doble de la conducción. Hasta los 100 km/h, el viento se agita de forma agradable en los habitáculos de ambos deportivos biplaza. A más velocidad, el aire se convierte en tormenta. Y eso ocurre con más violencia en el Porsche, pero no nos importa: eso es exactamente lo que queremos. ¿Deflectores? ¿Cortavientos? Los tienen, pero están en sus respectivos compartimentos, escondidos. Hoy toca despeinarse de forma salvaje y nadie nos lo va a impedir.
El Boxster GTS aparece en la carretera como es: bajo y ancho. Lo más seguro es que tu mirada se centre su parte más atrayente, esa trasera hechizante y hermosa. Por dentro, su diseño sigue una línea muy horizontal y funcional, con muchos botones por aquí y por allá. Los ingredientes clásicos importantes en este GTS 4.0 de color rojo son el arranque a la izquierda
y el gran cuentarrevoluciones en el centro de la instrumentación. Llega hasta las 9.000 vueltas y te hace gritar de locura. Los asientos deportivos (6.109 euros) de esta unidad de pruebas no son necesarios en realidad. Te sientas atrapado como un piloto de carreras, lo que mola mucho, pero el acceso no es tan fácil para los redactores de pruebas que ya no son tan jóvenes (la edad no perdona).
¿Lo bueno del Boxster? El bloque es atmosférico y va justo detrás de tu nuca
Para ser honestos, al Audi lo siguen con la mirada más personas. Eso puede deberse al verde Kyalami (570 euros extra) de su carrocería. Aparte de eso, el TT RS genera mucha atracción en la retina: se muestra robusto, compacto y se exhibe en numerosos detalles. El ejemplo más claro de esto último es el bonito puesto de conducción, con el sistema de navegación de 12,3 pulgadas integrado en la ins
trumentación digital y los controles para la climatización en las mismas salidas de ventilación.
El TT RS es impulsado por un motor de cinco cilindros y 2,5 litros. En estos tiempos de Euro 6d y demás, ya no tiene la naturaleza brutal y desenfrenada de su predecesor, pero sigue siendo un motor con carácter: 400 CV a 5.850 vueltas, par de 480 Nm (a 1.950 y hasta 5.850 rpm), y orden de encendido
El Audi basa todo su poderío en un motor de cinco cilindros con turbo
1-2-4-5-3 en los cilindros. El propulsor suena seco, ronco y simplemente maravilloso.
Audi ha ajustado el chasis del TT RS con tanta rigidez que puede volverse un poco molesto al pasar rápido por los baches de una autopista. La transmisión automática de doble embrague es algo perezosa a bajo régimen, pero luego reacciona bien a altas vueltas. La dirección responde con mucha rapi
dez, pero es poco comunicativa. En resumen: el Audi es ágil y muy estable en curva, pero al final te lo hace todo tan fácil y previsible que le falta algo de carácter.
El Porsche es de otro calibre. Para empezar, el motor. Solo decimos esto: ¡viva su naturaleza atmosférica! Seis cilindros, cubicaje de cuatro litros, 400 CV a 7.000 rpm, 420 Nm a partir de 5.000. Eso sí, el Porsche no tiene una entrega de par progresiva, ¡tienes que pisarle y pisarle y pisarle hasta llegar a la zona de arriba del cuentavueltas!
Y es que solo de esta forma (espontánea y tan venenosamente adictiva) reacciona su motor atmosférico. El bóxer recorre felizmente el rango de revoluciones (hasta las 7.800) y va acumulando fuerza de una forma maravillosamente lineal. El sonido también es un placer: es absorbente, metálico y, definitivamente, nada silencioso.
La dirección no es tan delicada como en el Audi, mientras la caja de cambios manual de seis veloci
dades (corta y precisa) completa su maravillosa puesta en escena. El Porsche negocia las curvas con lujuria, el motor empuja con talento y la tracción es brutal. ¡Y la tormenta de sonido golpea de forma abrupta el puesto de conducción!
Para el Boxster, Porsche pide 97.838 euros, mientras el TT parte de los 88.930. Si estás interesado, debes decidirte en menos de 10 segundos, como sus capotas, especialmente porque Audi puede que deje de producir el TT.
Ambos son geniales. El Boxster juega en una liga propia con su motor atmosférico de seis cilindros horizontales. Pero el TT RS también tiene sus puntos fuertes, un motor espléndido y un diseño de gran factura. Nunca querrás bajarte de ninguno de los dos.