¿Dispuesto a apostar fuerte?
El nuevo DFSK F5 es el primer modelo chino que va en serio en el objetivo de tomar el mercado europeo
SEGURO QUE YA HAS OÍDO MAS DE UNA VEZ eso de "¡que vienen los coches chinos!". Y normalmente el tono en el que se dice es, como poco, negativo. Y no te voy a negar que a veces me veo tentado a pensar igual.
Pero el caso es que aquí estoy, frente al F5. Se trata de una especie de crossover coupé de tamaño medio (4,68 metros) con una pinta que no está mal y un interior que me sorprende, pero para bien: asientos de cuero napa, un diseño limpio y de calidad aparente...
Claro, si en China son capaces de hacer el iPhone, ese móvil que te venden por 1.300 euros, ¿por qué no van a saber hacer coches? Este modelo de DFSK ha pasado por todo tipo de homologaciones europeas y se ha diseñado a caballo entre Alemania y China.
Precisamente de eso, de diseño, me hablan los responsables de la marca: "se fijan en las marcas más punteras de Alemania y lo trasladan al segmento generalista", apuntan en la marca. Y lo cierto es que tampoco es horrible, al menos al natural. Cierto que parece que hay mucha chapa en relación a las ruedas de 18" (no hay más opciones), pero más allá de eso, no se puede decir que sea más bonito o menos aburrido que un modelo equivalente europeo, japonés o coreano.
Presiono el botón de arranque y el 1.5 de origen Mitsubishi cobra vida. Es un cuatro en línea turbo con 137 CV que ronronea suave al ralentí y que se ofrece también con GLP (tiene un depósito de 68 litros) y la pegatina Eco por unos 1.800 euros adicionales.
Mantiene la suavidad al salir a autopista, donde se mueve con serenidad y una calidad de rodadura al nivel de cualquier generalista convencional, con un ligero ruido aerodinámico a la altura de los retrovisores y la zona posterior.
Me gusta el tacto de la dirección o de los frenos, que proporcionan sensación de seguridad y algo menos el cambio CVT. Los defensores de esta transmisión hablan de suavidad infinita, pero yo lo que veo es que al pisar el acelerador se revoluciona demasiado y no hay un empuje directamente relacionado con las vibraciones y el ruido que percibes. Al menos el modo Sport atenúa un poco esto y permite manejo secuencial con seis marchas.
Dinámicamente no es un portento, pero si no subes el ritmo, no te vas a llevar ninguna sorpresa desagradable. Si te da un ataque de optimismo, notarás que es un modelo subvirador que no está nada cómodo yendo de rally. Teniendo en cuenta su naturaleza tranquila, no lo veo como algo que sea malo.
MI OPINIÓN LUIS I. GUISADO @LuisGuiTG
No podría poner ninguna pega a este coche más allá de una red limitada y el desconocimiento de una marca aún muy verde en España. No me parece mala opción para quien quiera algo diferente y esté dispuesto a jugársela. No tiene por qué salir mal.