¿Espejo de su alma?
El Lexus ES 300h estrena retrovisores digitales en el acabado Luxury. ¿Funcionan bien?
LA DE LOS ESPEJOS DIGITALES ES UNA SOLUCIÓN a los amantes de los gadgets tecnológicos y que ya hemos podido ver en modelos como el Audi e-tron o el Honda e, ambos dos coches eléctricos y cuyo público –early adopters–
abraza con sumo gusto.
He de admitir que aunque me fascina la tecnología, creo que soluciones como los espejos retrovisores digitales no me parecen a día de hoy un capricho imprescindible y me mantengo en la postura –quizá esté equivocado– de que a más tecnología, más riesgo de que falle un 'fusible' y comprometas la seguridad, en este caso, por falta de visibilidad.
El ES 300h está basado en la plataforma GA-K, más rígida y ligera. Antes de acceder a su interior, le echo un vistazo general. Sin duda, aunque sea una carrocería en horas bajas en Europa, es una berlina elegante, a la japonesa, pero elegante. Destacan los espejos retrovisores, finos, como un par de cuernos.
Cuando accedo al interior , sentimientos encontrados. Por una parte, todo el mimo que han puesto los maestros artesanos de la marca premium ofreciendo un interior de altísima calidad, excelentes materiales y aún mejores acabados, se ve ensombrecido por una ubicación de las pantallas de los espejos retrovisores digitales a mi juicio mal resuelta por parte de los diseñadores de Lexus.
Bien con lluvia
La pregunta que surge entonces: ¿al menos funcionan bien? Y la respuesta es: claramente sí. El día de la prueba llueve copiosamente en Madrid, y en la sierra, donde se hace la prueba de verdad, aún más. Inicio la marcha con cierta cautela porque la cabra tira al monte y a la hora de maniobrar mi vista se dirige automáticamente al exterior, pero las pantallas de los espejos retrovisores digitales captan mi atención.
Y a medida que voy avanzando y tomando más velocidad, lo cierto es que mi vista se acostumbra rápidamente a fijarse en esas pantallas que, aunque desde el punto de vista de diseño no es una solución brillante, lo cierto es que cumplen con creces
¿Y qué hay del resto del vehículo? En el apartado tecnológico, nuevo tirón de orejas en lo que al sistema de infotainment se refiere. No entiendo la utilidad del touchpad que, según me contaron técnicos de Lexus, tanto fascina en Japón. Es más, el espacio dedicado al touchpad lo podrían haber aprovechado para instalar la carga inalámbrica del smartphone y olvidarnos así de una vez de los engorrosos cables.
A nivel dinámico, el ES me ha gustado. Por una parte, se aprecian los trabajos realizados en la parte inferior del chasis y que ha reducido enormemente la rumorosidad y, sobre todo, la –a mi gusto– poco agradable sonoridad del motor acoplado a la evolucionada transmisión CVT.
Por otro lado, también se aprecian las mejoras realizadas en cuanto a la rigidez del chasis, sobre todo en el paso por curva, donde las carrocería apenas experimenta oscilaciones. Al mismo tiempo, el tren de rodaje es más confortable. La dirección tiene una dureza más que aceptable, aunque me gustaría que fuera más comunicativa.