COMPARATIVA BMW 128ti/VW Golf
GTI/Ford Focus ST: un apetecible duelo de deportivos compactos. ¿Cuál ganará?
SABEMOS QUE A BMW LE SOBRA CONFIANZA en sí misma desde que lanzaron en 1973, precisamente en la época de la crisis del petróleo, el 2002 turbo con 170 CV y una curiosa rotulación invertida en el frontal para que el resto de conductores pudiera leer por el espejo retrovisor qué coche los estaba adelantando.
El primer Serie 1, nacido en el año 2004, también fue una declaración rodante de intenciones, especialmente en su versión 130i con seis cilindros en línea, tracción trasera y 265 CV. Y así ha seguido a lo largo de los años hasta la generación actual (F40), con el M135i xDrive como punta de lanza. Pero este es un modelo que cuesta 54.000 euros, demasiado para los clásicos compradores de compactos GTI.
Se supone que el nuevo 128ti aprovechará esto con una dieta hecha a medida: tracción delantera en lugar de tracción total y 265 en lugar de 306 CV. Podría ser peor, aunque a los fans de la mar
ca les parezca una herejía. Eso sí, no lo va a tener nada fácil, porque sus rivales están armados hasta los dientes. El Ford Focus ST compite en esta clase nada menos que con 280 CV y el VW Golf GTI tiene 245 CV.
El 'ti' en el nombre del BMW está destinado a recordar que se trata de un coche orientado al placer de conducir. Significa Touring International y rinde homenaje al BMW 2002 ti de 1968. Las insignias en las taloneras y el reposabrazos central mantienen vivo ese recuerdo.
El llamativo espectáculo visual que ha preparado BMW M para este modelo es bien recibido por los apasionados de los deportivos, quienes seguramente se quedarán con ganas de un diseño algo más distintivo en el caso del Golf, que quizás se ve algo discreto si lo miras por encima del prominente alerón del Focus.
Y algo similar ocurre cuando enciendes sus motores y escuchas su sonido. Tanto el BMW como el Golf GTI, más que ronronear parece que balbucean, así que resultan bastante pobres y no te encienden por dentro. Suenan bien, pero nada más. El Focus demuestra que las cosas se pueden hacer mucho mejor, porque su escape deportivo ruge y pide a gritos entrar cuanto antes al circuito Contidrom para demostrar de lo que es capaz.
Hace ya un par de años que
BMW pasó a
! Cuatro cilindros y tracción delantera: el Serie 1 ha cambiado mucho
utilizar la tracción delantera en el Serie 1, pero en esta versión 128ti, para compensar las posibles pérdidas de la tracción delantera, se ha incorporado un diferencial mecánico tipo Torsen, que mejora la diversión de conducción. Además, monta la suspensión M Sport, que es más firme y rebaja la altura de la carrocería en 10 milímetros. Y otros detalles específicos de esta versión son las llantas de 18 pulgadas con neumáticos Michelin Sport 4 de serie.
Pero todo este equipamiento sólo funciona parcialmente. Es cierto que el BMW acelera más rápido que sus rivales, gracias, en parte, a la transmisión automática de ocho velocidades que lleva de serie y que le ayuda a arañar unas valiosas décima, ya que pasa de 0 a 100 km/h en menos de seis segundos, y sin notables pérdidas de tracción. Aunque
en las curvas, contrariamente a lo que BMW prometió, subvira más de la cuenta y no muestra suficiente agarre. Sin duda, su comportamiento es más seguro y predecible, pero hay otra forma de divertirse...
Nos ha gustado mucho su dirección, que está finamente ajustada y funciona de manera precisa y lineal, bastante mejor que en otros modelos de la gama, como el 116i. Eso sí, nos gustaría que su chasis fuera algo más polivalente y no se mostrara tan seco fuera del circuito. Pero, mientras que el Golf y el Focus cuentan con suspensión adaptativa, el Serie 1 sólo conoce un tipo de configuración de amortiguación: dura. Esto también te resultará divertido si avivas el ritmo en un puerto de montaña, pero hará que se te salten los empastes en carreteras comarcales con asfalto en mal estado. Y los viajes largos son una tortura, a pesar de que los asientos deportivos son muy cómodos y sujetan muy bien el cuerpo.
El Golf, por contra, es completamente adecuado para el uso diario. A pesar de sus llantas opcionales de 19 pulgadas (1.545 euros), filtra los baches de la carretera de manera suave y elegante, y justo después se muestra como una tabla en las curvas, si activas el modo deportivo. La dirección funciona de manera suave y lineal, sin embargo, no todo es perfecto: se muestra ligeramente subvirador, igual que el BMW; el cambio tiene recorridos largos y los asientos de serie, cuya típica decoración sigue siendo genial, son un poco blandos y no ofrecen buen agarre lateral.
Por su parte, el Ford está hecho de una pasta diferente. Su comportamiento en curva es ejemplar y,