PENSAR EN EL FUTURO ES UN BUEN EJERCICIO, PERO MEJOR EN POSITIVO

Pienso que anticiparse a los desafíos del mañana es la mejor manera de adaptarse a los cambios”

SIEMPRE ME HA GUSTADO UNA FRASE DE UN INFORMÁTICO estadounidense que BMW suele utilizar: “la mejor manera de predecir el futuro es inventarlo”. Y me parece muy acertado, porque esa actitud, la de pensar en el devenir de los tiempos y anticiparse a los desafíos del mañana, es, a mi juicio, la mejor manera de adaptarse a los cambios.

Nunca me hartaré de repetir por activa y por pasiva que la industria del automóvil es precisamente un sector que continuamente está pensando en el futuro, con el objetivo de hacernos la vida más fácil. Y no hay una sola visión; hay muchas, lo cual es enriquecedor. Unos fabricantes, como Toyota, apuestan por la economía del hidrógeno; otros, como el Grupo Volkswagen, tienen la vista puesta en el coche eléctrico, sin olvidar combustibles sintéticos que puedan alimentar a los motores térmicos.

En este número puedes leer un extracto de una interesante conversación (página 20) que tuve con Laura Ros, directora de VW España. Hablamos de futuro inmediato y a largo plazo. Lo mismo que hicieron Alejandro Agag y Alberto Longo, presidente y director respectivamente de la Fórmula E, cuando se imaginaron las carreras del futuro. Visionarios con los pies en la tierra.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presentó la semana pasada el Plan España 2050. Aplaudo que se piense en el futuro, algo poco español, pero... ¡caramba! se habla de subir los impuestos al automóvil. ¿El futuro de la automoción es solo llenar las arcas? ¿Alguna idea en positivo?