5 CONSEJOS BÁSICOS PARA SILLITAS INFANTILES
Si tienes que estrenarte en el mundo de los Sistemas de Retención Infantil (SRI) o toca cambiar a uno superior, te vendrá bien esta información. ¡Todo, por la seguridad de los más pequeños!
RRECUERDO AQUEL VERANO DE 2004 en que los Sistemas de Retención Infantil (SRI), popularmente conocidos como sillitas, pasaron a ser obligatorios.Y el jaleo que se organizó con grupos, pesos, edades... desde la mismísima rueda de prensa en la sede del la DGT a la que nos convocaron a los periodistas.
Hoy no tenemos pruebas –pero tampoco dudas– de que la cosa no está tan clara como debería. Sí, tienes toda la información en Internet – también, en AUTOBILD.ES–; hay mil y una páginas con consejos y normativas; incluso puede que tengas hijos y te lo miraras y remiraras desde que saliste del hospital (y tuviste que anclar de la mejor manera posible a tu recién nacido para su primer y siempre tenso viaje en coche) o al cambiar a un grupo superior. Lo que pasa es que todo se olvida, las leyes han sufrido cambios y los fabricantes de sillitas no han parado de evolucionar sus productos. Así que tanto si eres primerizo como demasiado veterano en la materia como para saber ahora cómo sentar a ese tu hijo o a ese sobrino que llega a pasar unos días de vacaciones..., no sobra un repasito, ¿verdad?
Para empezar, mentalízate de que ya no vale eso de llevar al menor en brazos: además de estar prohibido y castigarse con 200 euros de multa
! Los grupos de los sistemas de retención no van por edad, sino por peso y altura
y 4 puntos del carné de conducir, es una locura desde el punto de vista de la seguridad, que es lo más importante. Piensa que los dispositivos infantiles están especialmente diseñados para la mayor protección posible ante un impacto, por pequeño que sea. Y que aunque los coches sean hoy más seguros que antaño, también están dotados de elementos que podrían ser especialmente dañinos para los pasajeros (el cinturón, los airbags) si hay un accidente y cada cual no está colocado en su sitio.
En la sillita adecuada, siempre
Por tanto, nuestro primer consejo es que eches un vistazo al recuadro de arriba y elijas el sistema de retención que corresponda al menor que vayas a llevar a bordo. Y que lo uses siempre, incluso en las distancias más cortas, porque nunca se sabe dónde puede haber un riesgo de colisión, volantazo o frenada brusca. Y una postura inadecuada del cuello, por ejemplo –especialmente, en los más pequeños– puede tener consecuencias fatales.
En los grupos 0 y 0+ (mal llamados capazos o Maxi Cosi –que en realidad es una marca comercial–), conviene que practiques antes de verte con un bebé recién nacido en la puerta del hospital y sin haber tenido casi nueeeeeve meses para saber exactamente por dónde hay que pasar los cinturones, por ejemplo, antes de aventurarte al tráfico. Y cuando salga del coche, especialmente si el viaje es largo, no lo mantengas ahí, aunque puedas engancharlo directamente al carrito (es la postura más segura en coche, pero no la más ergonómica para su espalda).
A medida que crezca, que no decaiga tu (pre)ocupación porque
los siguientes SRI sean los más adecuados para tu hijo o hija.
Bien anclada
De nada valdrá todo lo anterior si eliges un modelo cuyos anclajes no sean fáciles de colocar para ti, difíciles de quitar para el menor... o, si en uno u otro caso, no te tomas las molestias necesarias (sí, a veces hay que dejarse minutos y espalda, dependiendo del modelo de SRI y del coche que conduzcas) en verificar que todo está en condiciones al arrancar.
Con los grupos superiores de SRI uno tiende a relajarse en este último aspecto, porque los menores se suelen abrochar solos y a veces es tentador no echar un último vistazo para que el cinturón esté bien ajustado al cuerpo, no esté retorcido, pase por su lugar correspondiente... Algunos coches ya avisan si una plaza está ocupada y el cinturón no está enganchado. ¡Pero no te fíes!
A contramarcha
Poco se habla de cómo el confort a bordo está reñido a veces con la seguridad. ¡Claro que sería más divertido para los dejarles saltar, brincar y tumbarse a lo largo de las butacas traseras como hacíamos todos hace décadas! Sin embargo, aunque esto (afortunadamente) ya no sea posible, es cierto que los menores deben ir cómodos en su SRI, que asuman que no es algo negociable (tú eres su mejor ejemplo) y que el diseño del dispositivo de verdad se adapta a su fisionomía. Porque los llantos, las pataletas o los esfuerzos continuos por desengancharse tampoco son muy recomendables para la seguridad.
Por eso, una de las cuestiones más polémicas en estos 17 años –y que se puede contraponer a la vigilancia del niño, a su confort y a la necesaria tranquilidad del viaje– fue decir que debían viajar a contramarcha todo lo posible hasta pasar al elevador del grupo 3, y no sólo en los 0 y 0+.
Asientos delanteros
De hecho, igualmente discutido fue que los bebés (0 y 0+) tuvieran que viajar en los asientos traseros (al principio, lo hacían delante, a contramarcha y con el airbag del copiloto desactivado), dado que no siempre hay otro adulto que lo pueda vigilar y atender desde las filas posteriores.
Hoy la ley establece como excepciones que un menor de 12 años (o de menos de 1,35 cm de estatura) solamente puede ir delante, junto al conductor, si no existen las plazas traseras (en un vehículo biplaza, por ejemplo) o si detrás no hay cinturones de seguridad (o no se pueden instalar al ser un coche antiguo) con los que anclar el SRI.
Nuevos y homologados
Por último, aunque sea evidente que los sistemas de retención no son baratos y que a veces es necesario tener más de uno (para viarios hijos y/o distintos coches en la familia), trata de que todos ellos estén en perfectas condiciones. Eso pasa por que sean del grupo correspondiente, como ya hemos repetido, pero también, por que su estructura cuente con las mayores garantías y lo último en seguridad: anclaje Isofix de dos o tres puntos, por ejemplo, para los coches que lo lleven –grupos 1 y 2–; barreras, apoyapiés, protecciones laterales para la cabeza; elevadores siempre con respaldo –para los grupos 2 y 3, o sólo 3, según–.
No todo lo que se vende está homologado ni todo lo homologado es seguro –los elevadores sin respaldo lo están y siempre han sido peligrosos–. Y cómo no, aunque una sillita vieja sea mejor que no llevar nada, evítala: aun si su diseño permanezca vigente, su estructura y sus anclajes podrían estar dañados.
No te la juegues ¡y que cada viaje con los peques acabe siempre tan bien como se merecen!
Los SRI son todo un mundo y hay que estar familiarizado. Igual que en una moto no puedes prescindir del casco, nunca lleves a un menor sin la mejor de las sillitas que te puedas permitir.