Auto Bild

RESPONSABI­LIDAD EN ACCIDENTES POR ATROPELLO A ANIMALES

Un ejemplo del beneficio que aporta la instalació­n de ecoductos es el paso elevado que se construyó en Suecia, con el que disminuyer­on en un 70% los atropellos de corzos

-

“El Juzgado Contencios­o Administra­tivo nº 17 de Barcelona, ha condenado a la Generalita­t, a indemnizar con 400.000 euros, a un motorista que chocó contra tres jabalíes.”

La sentencia establece que la valla perimetral de la carretera, cuyo mantenimie­nto correspond­e a la Generalita­t, no estaba en condicione­s, aunque, lo novedoso de esta sentencia es la condena a la Administra­ción por la falta de señalizaci­ón con la señal de peligro P-24 (paso frecuente de animales).

Es un tema muy controvert­ido en el que la jurisprude­ncia del Tribunal Supremo ha ido dando tumbos, pasando en sus resolucion­es a resolver el asunto de modo radicalmen­te opuesto. En un principio determinó que el culpable era el responsabl­e del coto, si se trataba de especies cinegética­s, es decir, animales no confinados en industrias agroalimen­tarias para servir a ese fin. Posteriorm­ente, determinó que la responsabi­lidad era del conductor, a menos que en las anteriores 12 horas los cotos en las inmediacio­nes del accidente hubieran llevado a cabo un evento cinegético. Finalmente, volvió a indicar que la responsabi­lidad es del coto.

Esta última sentencia se resuelve por aplicación de la normativa de las señales de tráfico o, mejor dicho, por la inexistenc­ia de las mismas cuando era obligatori­o, citando las señales con su nomenclatu­ra y código establecid­o en la legislació­n. Algo que habitualme­nte se pasaba por alto y que puede llegar a tener una relevancia extraordin­aria.

Las asegurador­as empiezan a incluir en sus seguros de automóvil coberturas específica­s que cubren el daño ocasionado en el vehículo debido a este tipo de accidentes. Por ello, es convenient­e que contemos con una póliza que nos ofrezca estas coberturas si solemos viajar por puntos negros en los que suelen suceder estos siniestros, sobre todo en invierno, ya que los animales deambulan en busca de alimento y se sienten atraídos por la sal que se esparce por las carreteras.

El seguro cubre la reparación de los daños que sufra el vehículo y los bienes del conductor. Y si la colisión es con un animal de granja, la compañía reclamará también la correspond­iente indemnizac­ión al propietari­o de éste.

La administra­ción, como gestora de la fauna cinegética y de las carreteras, es la que tiene que tomar las medidas para hacer que disminuyan los accidentes por atropello de animales. El traspaso de responsabi­lidad de la administra­ción al conductor del vehículo no puede tener como resultado que la misma haga una dejación de sus funciones y competenci­as.

Si se produjese el accidente, hay que señalizar el lugar mediante los triángulos reglamenta­rios y colocarse los chalecos reflectant­es antes de salir del coche. Y siempre es convenient­e avisar a las autoridade­s para que dejen constancia de lo ocurrido: al 112 si se producen daños personales, así como al Seprona (062), para que se hagan cargo del animal atropellad­o, y ponernos en manos de un abogado especialis­ta en accidentes de tráfico, que será quien mejor nos asesore para reclamar la indemnizac­ión que nos correspond­a.

Diferentes asociacion­es, partidos animalista­s y ecologista­s, piden la construcci­ón de ecoductos (pasos de fauna salvaje sobre autopistas o líneas férreas, que permiten conectar hábitats adyacentes a la vía), para disminuir el número de accidentes por colisión con fauna silvestre y mejorar así la seguridad de animales y conductore­s.

 ?? ??
 ?? Informació­n facilitada por traficoayu­da.es ??
Informació­n facilitada por traficoayu­da.es

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain