A buen recaudo
Algunos radares se montan en peanas. Se hace así por tres motivos. El primero, es la ausencia de un pórtico adecuado. El segundo, es la posibilidad de montar en su interior un radar capaz de multar en varios carriles simultáneamente -como el Multaradar C o el Cirano 500-. El tercer motivo es que la peana proporciona cierta protección frente a actos vandálicos, como el intento de robo o el pintado de las mirillas que emplean la cámara y el flash. Es el tipo de radar más fácil de identificar visualmente, aunque no es muy común.