FORD 1.0 125 TITANIUM FIESTA
EL FORD FIESTA SE RENUEVA CASI POR COMPLETO. MANTIENE PARTE DE SUS MOTORES, ESTRENA UNA EVOLUCIÓN DEL CHASIS Y MÁS POSIBILIDADES DE EQUIPAMIENTO. ¿SUFICIENTE PARA SER EL MEJOR URBANO?
Ahora mismo, sólo hay un segmento que está creciendo en ventas además de los SUV: el de los urbanos. Por eso, las marcas están apostando fuerte por él y, además de estar en plena renovación -en estos meses ya han cambiado el Seat Ibiza, Suzuki Swift, Toyota Yaris, Nissan Micra, Kia Rio...-, se están consolidando como algo más que un simple coche para circular por la ciudad. Antes, cuando un urbano era un coche sencillo, de 3,70 m, con escaso equipamiento y pocas mecánicas, puede que fuese así; pero hoy día en sus 4,00 m de largo se esconden, en realidad, coches que podría triunfar sin problema en un segmento superior como el de los compactos, aunque a un precio mucho más interesante. Justo ahí está gran parte de su éxito actual.
¿Un 'mini Focus'?
El Ford Fiesta es uno de los últimos en haberse renovado por completo. O casi. Mantiene el mismo concepto, gran parte de las mecánicas y hasta la plataforma es una evolución de la anterior, lo cual es una gran noticia teniendo en cuenta el buen comportamiento de la generación precedente.
¿Qué fallaba en el anterior Fiesta? Bueno, lo cierto es que no era un mal coche, pero sí es verdad que la evolución de sus rivales le hicieron perder enteros. Su interior ya no ofrecía ni la vistosidad ni la calidad de sus competidores más modernos, y sus posibilidades de equipamiento también eran un tanto limitadas. Y es justo aquí donde el Fiesta más ha mejorado. Por una parte, además de tener un salpicadero mejor acabado
El puesto de conducción es uno de los aspectos donde más ha evolucionado el Fiesta frente a su antecesor. Esto le sirve para situarse a la altura de sus rivales mejor posicionados en este apartado.
Bien distribuido Los mandos están dispuestos de una forma tradicional, lo que facilita su manejo en marcha. Los de climatización, ubicados un poco bajos, se manipulan mediante botones de una forma muy eficaz, y la pantalla central se reserva para cosas como el equipo de audio, el navegador... No requiere demasiada atención ni práctica para habituarse a ello.
Pintona La instrumentación mezcla una parte digital con otra analógica, con un completo ordenador de a bordo en color -de serie- mucho más vistoso que el de su predecesor. Además de completa, la información se muestra de una forma muy clara.
Referencia en su segmento Por calidad, el Fiesta da una primera sensación de estar mejor hecho que su antecesor, si bien emplea unos plásticos similares y unos ajustes parecidos. Así, sólo hay plásticos blandos en la parte superior del salpicadero, y en marcha no se aprecian ruidos de desajustes. En general, en este apartado el Fiesta se sitúa a la altura de los mejores urbanos generalistas.
¿Se ve bien? La visibilidad es bastante buena, si bien los retrovisores exteriores son algo más estrechos que en sus rivales -a nosotros no nos ha supuesto mayor problema-. En los pilares laterales del parabrisas delantero, hay dos pequeñas ventanillas para mejorar la visibilidad en cruces e intersecciones; es muy útil para mirar hacia la derecha aunque, desde el puesto del conductor, la del lado izquierdo queda tapada por el propio pilar.
Deja ahí las cositas La guantera principal tiene un tamaño correcto, hay bolsas en los respaldos de los asientos delanteros, otro pequeño compartimento con tapa a la izquierda del volante y suficientes huecos delante y detrás de la palanca de cambio. Eso sí, las guanteras de las puertas son demasiado pequeñas.
●¿Qué sistema de audio y conectividad incluye? De serie, este Fiesta Titanium lleva un equipo de audio Ford SYNC3 con pantalla táctil de 6,5", Bluetooth y seis altavoces que permite manejar smartphones. Por 950 euros, se ofrece un pack con navegador, una pantalla táctil de 8", un equipo de audio de Bang & Olufsen y climatizador automático -nuestra unidad de pruebas llevaba este pack integrado-.