■ LA ALTERNATIVA EN CASA
Amoníaco: siempre diluido en agua puesto que es muy agresivo; puedes probar a diluir dos tapones en un cubo de agua de 5 l. Limpia, pero puede irritar tus ojos y fosas nasales y, además, se han de retirar muy bien los restos con una bayeta de microfibra húmeda para evitar cercos.