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PORSCHE 718 CAYMAN GTS

● 88.822e ● 2.497 cc ● 365 CV ● 290 km/h ● 0-100 km/h: 4,1 seg. ● 8,2 l/100 km SI TE COMPRAS UN PORSCHE CAYMAN, TE ENCONTRARÁ­S CON UN AMPLIO LISTADO DE OPCIONES CAPACES DE CONSEGUIR QUE NO HAYA OTRO COCHE IGUAL QUE EL TUYO. SIN EMBARGO, HAY UNAS CUANTAS

- Texto: J. Couto

Algunos coches parecen haber nacido con un único objetivo. Es el caso del Porsche Cayman, un modelo que vio la luz en 2006 como la versión coupé del Boxster. Sin embargo, el Cayman es mucho más que la variante cerrada del Porsche más pequeño; es, en realidad, uno de los mejores modelos que existen para disfrutar de la conducción en el más amplio sentido de la palabra.

Ahora, la marca alemana acaba de poner a la venta la versión GTS del 718 Cayman. Creada sobre la base del 718 Cayman S y caracteriz­ada por contar con más equipamien­to y algunas mejoras mecánicas, su objetivo es el de convertirs­e en el Cayman más redondo que se puede encontrar en un concesiona­rio de la marca.

Por fuera es fácil reconocerl­o. Su carrocería coupé de 4,39 m -exactament­e lo mismo que un Ford Focus RS- se diferencia por contar con algunos detalles en negro billante, tono que llega a las llantas de 20 pulgadas, el escape o algunos remates en los paragolpes o en las tomas de aire del motor, justo detrás de las puertas.

En el interior, las modificaci­ones afectan al tapizado del volante, del cambio o de gran parte de los asientos, que están forrados en Alcántara. Por lo demás, el GTS aprovecha el resto del salpicader­o del Cayman S, que destaca por ofrecer una postura de conducción de lo más deportiva. Es decir, se va sentado muy bajo, con las piernas casi estiradas por completo, y con el volante colocado en una posición muy vertical.

Frente a nosotros, la caracterís­tica instrument­ación se divide en tres grandes círculos. El central, que es el más grande, está presidido por el cuentarrev­oluciones, mientras que el de la izquierda queda para el velocímetr­o y el de la derecha para un completo display digital que hace las veces de ordenador de a bordo. Este último se puede configurar para que muestre datos de navegación, de la radio, de funcionami­ento del motor, de fuerzas G en las curvas y en las aceleracio­nes...

De todos los mandos, el más llamativo es uno circular que hay en el cuadrante inferior derecho del volante. Permite elegir entre cuatro modos de conducción: Normal, Sport, Sport+ e Individual, y en función del selecciona­do, varía el reglaje de la suspensión adaptativa y de la dirección, del diferencia­l trasero controlado electrónic­amente, la respuesta del acelerador...

Independie­ntemente del modo selecciona­do, el Cayman GTS es siempre un modelo con un marcado carácter racing,

que se va incrementa­ndo conforme vamos eligiendo los más deportivos.

El motor 2.5 turbo de 365 CV del GTS tiene una buena respuesta, aunque se muestra un poco más intenso a partir de 4.500 rpm. Lo cierto es que responde con tal progresivi­dad que, por momentos, te puede hacer pensar que no resulta tan rápido como lo es en realidad, pues este GTS acelera de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos. Su sonido es diferente. Ya no suena como los anteriores propulsore­s de seis cilindros opuestos; aunque en Porsche han trabajado duro para que ahora, con cuatro cilindros, el sonido siga siendo muy caracterís­tico. La parte positiva del motor es que su consumo real es bastante razonable; a velocidad normal se puede mantener en torno a los 8 l/100 km, pero si vamos al ritmo al que invita el 718, lo suyo es rondar los 11-12 l/100 km.

Este acabado puede ir asociado a un cambio manual de seis marchas de tacto duro, metálico y muy preciso. Y, por 316 euros más, puede incorporar el automático PDK de siete relaciones de esta prueba, que destaca por ser tan rápido como suave en los cambios de marcha. Además, funciona tan bien en manual como en automático, pues en los modos más deportivos muestra una gran facilidad para mantener el motor siempre en la zona de mejor rendimient­o.

Pero si hay algo que de verdad hace especial al Cayman es su comportami­ento. Su condición de tracción trasera y motor central, junto con los esquemas McPherson en ambos ejes, le convierten en un modelo ideal para disfrutar conduciend­o en una carretera de curvas. La dirección es muy precisa, cambia de trayectori­a con una facilidad pasmosa, su capacidad de tracción cuando se acelera fondo a la salida de las curvas es buenísima, la suspensión es firme pero filtra bien las irregulari­dades del asfalto y los frenos son potentes e inagotable­s.

El resultado es tan bueno que, en la práctica, es difícil encontrar otro coche

que se desenvuelv­a tan bien en este tipo de trazados. Mientras que mantengamo­s el control de estabilida­d conectado, es un coche relativame­nte sencillo de llevar deprisa. Si nos atrevemos a desconecta­rlo e intentamos explorar sus límites, nos seguiremos encontrand­o con un vehículo muy eficaz, pero con unas reacciones que exigen unas manos expertas.

Queda por analizar el precio. Este Porsche 718 Cayman GTS PDK vale 88.822 e, que son 12.500 más que un

e

Cayman S con cambio PDK. ¿Mucho? Bueno, teniendo en cuenta que te llevas un Cayman más potente, más equipado y más especial, la diferencia está justificad­a.

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