Te permite disfrutar de la conducción... pero no es un deportivo
● LAS ANTERIORES generaciones del Mustang eran poco eficaces en curvas o sobre asfalto en mal estado. El actual, con suspensión independiente en el eje trasero, ha mejorado muchísimo... aunque sigue sin llegar al nivel de un BMW Serie 4 o un Audi A5 Coupé.
OJO, SORPRENDE El motor 2.3 EcoBoost sigue siendo la alternativa más racional dentro de la gama, incluso ahora que ha perdido 24 CV -las prestaciones son prácticamente idénticas-. Respecto al 5.0 V8, es lógicamente más lento... pero la diferencia es menor de lo que cabría esperar de los 160 CV que los distancian. El consumo es elevado en toda circunstancia; en conducción tranquila es complicado bajar de 10 l/100 km, aunque la introducción del cambio de diez velocidades ayuda a reducir el gasto en carretera.
¿QUÉ TAL FUNCIONA? La nueva transmisión deriva de la anterior, de ocho relaciones, y está desarrollada por Ford. No es rápida en modo manual -sólo se puede cambiar con la levas del volante- y en algunas ocasiones, como al reducir a segunda velocidad, es bastante brusca. En este sentido, está lejos de la ZF que emplea, por ejemplo, el BMW Serie 4.
UN BUEN RODADOR Las autopistas son el terreno predilecto del Mustang. En carreteras de curvas cumple mejor de lo esperado, aunque el elevado peso -1.673 kg- y una dirección demasiado asistida empeoran el resultado.
ENTONCES, ¿INTERESA EL V8? Desde un punto de vista racional, no, aunque el sonido que emiten los escapes es realmente excitante. Eso sí, cuesta 8.000 euros más...