Parque Nacional de Picos de Europa
El enorme muro de piedra caliza, con cumbres de más de 2.500 m y nieves perpetuas, era lo primero que atisbaban en el horizonte los navegantes cuando se aproximaban al Viejo Continente al término de su larga travesía desde las Américas. "¡Ya se ve Europa!", gritaba el vigía. De ahí el nombre de esta zona que hace ya un siglo fue declarada Parque Nacional. Aunque entonces el privilegio se limitó a las Montañas de Covadonga; no fue hasta 1995 cuando tal catalogación se extendió a los tres grandes macizos que componen la cordillera. Con 67,455 hectáreas de superficie, el segundo Parque de España en extensión es el único que ocupa territorio de tres comunidades autónomas: Cantabria, Asturias y Castilla y León. El agua es coprotagonista en este escenario y tres ríos forman profundos cañones que han sido pasos naturales desde hace miles de años para atravesar estas montañas. Se trata del Deva –y su desfiladero de la Hermida–, el Cares, y el Sella. Gran parte del valor añadido de estas montañas está en su enorme biodiversidad. Aquí habitan multitud de aves como el águila y el búho real y también grandes mamíferos como el rebeco, el ciervo, el lobo y el zorro... y, por encima de todos, el gran oso pardo.
Centros de Visitantes
- “Sotama” Tama (Cillórigo de Liébana. Cantabria). Este es el único abierto todo el año.
- Pedro Pidal (Cangas de Onis. Asturias). Solo abre en festivos nacionales, Semana Santa y verano.