Los fabricant€s... ¡n€c€sitan a los híbridos!
LE HEMOS PREGUNTADO
■ a Jochen Schröder, jefe de movilidad eléctrica del proveedor alemán Schaeffler a qué se debe la actual proliferación de híbridos. La explicación es sencilla: todos los fabricantes necesitan híbridos en su gama, porque la normativa de emisiones europea establece límites a la cifra media de emisiones de
CO2 de los modelos vendidos por las marcas. Esa cifra, que en la actualidad no puede superar los
130 gr/km, va a descender a 95 gr/ km en el año 2021, y por debajo de los 80 gr/km en 2025. Y en el resto del mundo, la legislación va por el mismo camino.
Sin recurrir a la hibridación eléctrica, no es tecnológicamente viable alcanzar cifras de emisiones tan bajas. Sin embargo, la decisión de hasta qué punto electrificar su gama está en manos de cada fabricante. Por ejemplo, es posible alcanzar el objetivo convirtiendo en Full Hybrid de alto voltaje al 100% de la gama -opción A-, apostar por un volumen de ventas elevado de vehículos
100% eléctricos -opción B-, o combinar grandes cuotas de híbridos e híbridos enchufables -opción C-. El pronóstico de Schaeffler es que, en 2030, el 30% de los vehículos vendidos en el mundo serán 100% eléctricos -EV-; otro 30% modelos ‘convencionales’ de combustión -ICE-; y el 40 % restante empleará alguna clase de hibridación... Pero ¿cuál de las distintas alternativas disponibles acabará por imponerse?
■ ¿QUÉ CLASE DE HÍBRIDO TRIUNFARÁ FINALMENTE?
En opinión de Schröder, los híbridos de tipo P0 proporcionan una reducción de emisiones muy pequeña y, aunque van a ganar popularidad a corto plazo, van a ser una solución ‘efímera’, mientras que los de tipo P2 -con un motor eléctrico entre el propulsor térmico y el cambio- y P4 -un eje trasero completamente eléctrico- van a tener un futuro mucho más brillante. Sin embargo, Schröder insiste en que la incertidumbre de cara al futuro, sobre todo en materia de normativa, va a obligar a los fabricantes a contar con una oferta híbrida diversificada al máximo desde el punto de vista tecnológico, para poder apostar con la máxima agilidad por la tecnología que resulte finalmente ganadora.