QUÉ TENER EN CUENTA

Adapta tu velocidad al entorno

Lo más recomendable es circular a una velocidad adecuada a la situación de la vía, el tráfico y, muy importante, al grado de experiencia de quien lo conduce. Nunca lo hagas a más de 25 km/h.

Usar siempre casco

Aunque su uso no es obligatorio para circular en patinete, sí que es muy recomendable para prevenir golpes en la cabeza en caso de caída o accidente.

Elige un trayecto que conozcas

Siempre que sea posible conviene elegir una ruta conocida. Es la mejor opción para evitar imprevistos, como calles con alta densidad de tráfico o zonas donde no esté permitido su uso.

Atención a los neumáticos

Lo normal es que los patinetes eléctricos cuenten con ruedas de entre 8” -unos 20 cm- y 10” -algo más de 25 cm-. Cuanto menor es el diámetro de la rueda, el patinete resulta más ágil y manejable; mientras que las ruedas de mayor diámetro aportan más estabilidad y suelen filtrar mejor las irregularidades del terreno. Otro factor a tener en cuenta es si los neumáticos son macizos o con cámara. Los primeros tienen la ventaja de que nunca podrán pincharse, algo que sí puede ocurrir con facilidad con los de cámara; aunque estos últimos son más confortables, ya que absorben mejor los impactos y tienen un mayor agarre, por lo que resultan más seguros.

¿Dónde aparcarlo?

En caso de que en tu ciudad no exista una norma que regule el aparcamiento de los patinetes, estos jamás se deben aparcar donde suponga un obstáculo para los peatones u otros vehículos.

Muy atento a la circulación

Montar en patinete es muy sencillo, pero eso no quiere decir que haya que relajarse. Lleva siempre ambas manos en el manillar para un mejor control y evita distraerte: no uses el teléfono móvil ni escuches música con auriculares.

Circula por el carril bici

A la espera de una regulación a nivel nacional que establezca por dónde deben circular los patinetes, la mejor opción es usar el carril bici. Si no, hazlo por la calzada, nunca por la acera.

En caso de accidente ...mucho ojo

Si no dispones de seguro obligatorio -lo más habitual, al igual que ocurre con las bicicletas-, la indemnización la tendrías que pagar tú.