FORD EDGE 2.0 EcoBlue 238 ST-LINE
EL FORD EDGE APROVECHA SU PRIMER RESTYLING PARA RENOVAR SU GAMA MECÁNICA Y AÑADIR NUEVAS POSIBILIDADES DE EQUIPAMIENTO.
Además de una leve actualización, el Edge 2019 renueva su gama de motores, compuesta ahora por dos diésel de 190 y 238 CV, ambos con tracción total. El Edge mantiene como grandes bazas su comodidad y la amplitud interior.
Comercializado por primera vez en Estados Unidos en 2011, este SUV de grandes dimensiones supuso todo un éxito de ventas. Por eso, con la llegada de la segunda generación en 2016, Ford quiso adaptar este SUV de 4,83 metros a los gustos y particularidades europeas, dotándolo de un motor diésel y una puesta a punto del chasis más adecuada a nuestras carreteras.
Ahora, el Edge se actualiza a todos los niveles para plantar cara a rivales como el Hyundai Santa Fe o el Skoda Kodiaq. Presenta pocas variaciones estéticas con respecto a la generación anterior, con una nueva calandra y un paragolpes delantero rediseñado. En la parte trasera los cambios se centran en los grupos ópticos, que ahora disponen de tecnología Led.
Junto al diseño, el Edge estrena una mecánica diésel que viene a reemplazar al anterior TDCi. Estamos hablando de un 2.0 EcoBlue con potencias que van de los 190 a los 238 CV. Donde no hay modificaciones es en la plataforma, que es lo suficientemente moderna como para no precisar mayores cambios. Por otro lado, la anterior versión Sport da paso a la nueva ST-Line, que es la que ofrece un carácter más deportivo de la gama Edge. Está inspirada en los modelos de altas prestaciones de la marca y añade molduras en color negro y llantas opcionales de 21''.
La dotación tecnológica es otro de los grandes puntos a favor del nuevo Edge, si bien se trata de sistemas ya vistos en otros modelos. Así, ahora puede llevar un asistente para circular en atasco de forma automática, control de velocidad activo...