EN MARCHA... HAY POCO QUE DESTACAR
● TODOS LOS ELÉCTRICOS
destacan por una conducción sencilla, suave y silenciosa, y el Nexo no es una excepción. De hecho, al volante, es imposible detectar que es un coche de pila de combustible.
NADA QUE DECLARAR
Se arranca pulsando un botón. De inmediato, y sin emitir ningún sonido, aparece un icono en la instrumentación indicando que el coche ha arrancado. Entonces, pulsas la D en el túnel central y te pones en marcha en un silencio casi perfecto -sólo interrumpido por el ulular lejano del sistema de aviso a peatones, que por suerte se puede desconectar-.
UN POCO INSÍPIDO
El tacto del acelerador es afilado, pero gana velocidad con menos ímpetu que otros eléctricos. La dirección es poco informativa, se percibe más balanceo que en un coche eléctrico propulsado por baterías -resultado de la combinación de suspensión confortable y un centro de gravedad situado a mayor altura- y parece pesar más que los 1.814 kilos oficiales. El freno tienen buen tacto -es poco frecuente en un eléctrico-.
UNA PILA DISCRETA
Si afinas el oído, al acelerar a fondo puedes escuchar el zumbido del compresor que alimenta la pila de combustible. El consumo real oscila entre 1 y 1,2 kg de hidrógeno cada 100 kilómetros.