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El pasado año se produjeron 1.072 accidentes mortales en nuestras carreteras, que dejaron un balance de 1.180 fallecidos y 4.515 heridos hospitalizados. En 2017 el balance de estas muertes fue un 1,5% superior.
En 2018, un 1,5 % menos de fallecidos en accidentes; las ventas de coches crecieron en un 7%; túneles subterráneos para evitar los atascos...
Tras dos años seguidos de aumento del número de fallecidos por accidente de tráfico en las carreteras españolas -desde que, en 2015, se alcanzara el mínimo, con 1.131-, 2018 ha puesto fin a esa tendencia al alza. Así, pese al repunte de los siniestros mortales en vías interurbanas -se produjeron 1.072, un 0,7% más que en 2017-, se redujo tanto el número de fallecidos -1.180 personas, un 1,5% menos- como el de heridos hospitalizadas -4.515, lo que supone un descenso del 7,6%-.
El 74% de las muertes tuvieron lugar en carreteras convencionales -877 personas, 41 menos que en 2017-, destacando las salidas de la vía -un 40%- y los choques frontales -un 27%-. La franja de edad de mayor siniestralidad fue la de los mayores de 65 años -249 fallecidos-, que representaron el 21% del total de víctimas mortales. Además, el 80% de los fallecidos eran varones, frente a un 20% de mujeres.
Por otra parte, el 22% de los conductores y pasajeros fallecidos en turismos y furgonetas en 2018 no llevaban puesto el cinturón de seguridad en el momento del accidente.