CONCLUSIÓN
Cómo se puede apreciar a raíz de los resultados, aumentar o disminuir el número de kilómetros -dentro de unos márgenes de uso habituales- no supone una gran diferencia a la hora de contratar un renting. Así, solicitar un renting por 10.000 km anuales en vez de 15.000 km/año supone, como máximo, una diferencia inferior al 5% -en el caso del i3, la cuota es prácticamente la misma-; mientras tanto, solicitar un renting por un kilometraje de 25.000 km/anuales sale, como mucho, un 10% más caro que hacerlo por 15.000 km/anuales. Ahora bien, estas escasas diferencias podrían variar al contratar un renting para un vehículo que no sea un superventas o si se realizara un número muy elevado de kilómetros anuales -por ej., más de 35.000 km-, ya que, en ambos casos, el valor residual del vehículo, el precio al que se puede vender el coche una vez finalizado el contrato, descendería sobremanera.