En marcha: tacto deportivo, pero prestaciones discretas

● EL COUNTRYMAN COOPER cuenta con un motor 1.5 turbo de tres cilindros. La versión de esta prueba también lleva tracción total -el eje trasero sólo actúa si patina el delantero- y cambio automático de convertidor de par y ocho velocidades.

QUIERE, PERO LE CUESTA El motor se muestra voluntarioso, pero le falta contundencia para mover con agilidad los 1.565 kilos del conjunto por carretera. Además, la necesidad de apurar las marchas más de lo deseable para viajar con cierta soltura, hace que el consumo real se sitúe en unos 8,5 L/100 de media real con facilidad.

BUENA NOTA En cambio, sí obtiene buena nota por agrado de conducción. No vibra ni suena demasiado, y el cambio automático, que es muy bueno por rapidez y por suavidad al pasar de una marcha a otra, ayuda a que esa suavidad de uso sea todavía más notable, sobre todo en ciudad. VA DURITO La suspensión tiene un tarado firme, algo extensible al tacto de la dirección. Por eso, la sensación al principio es la de llevar un modelo de tacto deportivo. Después, en autopista se muestra preciso y bastante aplomado, pero hay mejores opciones para quien busque un SUV cómodo para largos viajes. En carreteras secundarias, sus reacciones son nobles, aunque se podría esperar un poco más de agilidad viendo el tacto que, al principio, muestra el coche. Aun así, en este tipo de trazados se desenvuelve muy bien. ¿Y EN CAMPO? La tracción total es una ayuda, pero los neumáticos de asfalto y unas cotas normales para un SUV le restan eficacia en cuanto el camino empieza a estar deteriorado.