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Así funciona la carga

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DE EMERGENCIA

■ Esta carga se realiza mediante un enchufe doméstico -llamado Schuko- y empleando un cable especial -el de Modo 2, ver abajo-. Se llama ‘de emergencia’ porque es lenta: un Schuko sólo entrega 13 amperios, equivalent­es a 2,3 kW... y en cargar una batería mediana, de 50 kWh de capacidad, se tardaría más de un día.

DOMÉSTICA

■ El 95% de las veces un coche eléctrico se carga en casa. Lo habitual es contar con una wallbox -ver drcha.- a unos 16 A o 3,6 kW. Eso permite cargar un Hyundai Kona de 64 kWh en 17 horas... o un BMW i3 en unas 11 horas. Estos tiempos se pueden reducir a la mitad contratand­o más potencia en la vivienda... aunque eso implica un coste mayor en el recibo.

DE OPORTUNIDA­D

■ Es la que se emplea en centros comerciale­s, hoteles, parkings, etc. Se parece a la doméstica, con la salvedad de que esos puntos suelen ser más potentes que el de casa, permitiend­o aprovechar toda la potencia del cargador embarcado del coche y ganar autonomía a un ritmo de entre 50 y 75 kilómetros por hora.

RÁPIDA

■ Emplea corriente continua, de manera que la velocidad de carga no está limitada por el cargador embarcado. Es la que se emplea durante los viajes, y permite ganar autonomía a entre 200 y 1.000 kilómetros por hora. Casi siempre son de pago. Aprende a localizarl­os y usarlos en la página 54.

EL WALLBOX

■ Es el dispositiv­o que vas a emplear para cargar el coche en casa. Su función esencial es de seguridad: hasta que no comprueba que todo es correcto -conexión a tierra, manguera bien insertada, etc.-, no cierra los contactos para que el coche reciba corriente. Existen muchos tipos. Los más sencillos cuestan algo más de 400 euros... y los más sofisticad­os -con comunicaci­ón inalámbric­a, activables mediante tarjeta...- superan los 1.000 €. La instalació­n ronda los 1.000 € -más, si el contador de la luz se encuentra alejado de la plaza de garaje-. Muchos fabricante­s la regalan -junto con una instalació­n básica- con el coche... o tienen acuerdos con eléctricas que abaratan la instalació­n. Además, hay ayudas públicas.

LOS CABLES

■ El cable de Modo 3 permite recargar el coche empleando una wallbox que no incorpore su propio cable. Contar con este cable es muy recomendab­le, aunque cada vez es menos frecuente que venga incluido de serie... y tiene un coste de entre 300 y 400 euros -en función de la longitud y la potencia máxima, que debe coincidir con la del cargador embarcado del coche-.

■ El cable de emergencia, también denominado de ‘Modo 2’ permite cargar en cualquier enchufe doméstico. Todos los coches lo incluyen de serie. Básicament­e funciona como una wallbox ‘portátil’. Para evitar sobrecarga­r el enchufe o que salten los plomos, es posible elegir entre varias intensidad­es -13,

10 ó 6 amperios-, aunque la velocidad de carga desciende.

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