Interior: no tardarás en sentirte a gusto
El salpicadero del Astra apenas ha recibido modificaciones en su último restyling.
● Sin grandes complicaciones
Como en cualquier modelo actual, hay que acostumbrarse a navegar por los menús de la pantalla central para las funciones más avanzadas, pero tampoco es necesario hacerlo para manejar el climatizador o subir el volumen de la radio porque estos cuentan con sus propios y clásicos botones, algo muy de agradecer. Por ponerle una pega, se agradecería que los del climatizador fuesen un poco más grandes y estuviesen en una posición un poco más elevada para no tener que desviar tanto la mirada.
● Todo muy clarito La instrumentación, que de serie cuenta con la parte central digital y las laterales analógicas, resulta clara y ofrece una información completa.
● Un lugar agradable Por acabados, el Astra tiene unos buenos ajustes y materiales agradables, sobre todo en la parte superior del salpicadero. En las zonas más ocultas, los plásticos son más duros y los remates, correctos. La plancha brillante que hay frente al copiloto o en la parte inferior de la consola central queda elegante, pero dura muy poco limpia: enseguida se notan las huellas dactilares o el polvo.