BMW X5 25d xDRIVE
Probamos la motorización de acceso a la gama del X5 de BMW para comprobar si un 2.0 turbodiésel de 231 CV es suficiente para mover con soltura y ofreciendo consumos ultra bajos a un SUV que mide casi 5 metros de largo, cuenta con tracción total y pesa nada menos que 2.145 kilos.
El BMW X5 nació hace ya dos décadas, cuando los SUV comenzaban a abrirse hueco. Con el paso de los años y la llegada de diferentes tamaños y sucedáneos de carrocería, el X5 se ha convertido, junto con el X6, en el SUV más grande de BMW. Y eso, en cierto modo, obliga a que la gama esté formada por motores bastante poderosos... y un precio de partida a la altura de semejante caballería.
Por eso, el X5 más básico que uno puede adquirir es este 25d xDrive, equipado con un motor 2.0 de cuatro cilindros y 231 CV que, la verdad, cumple muy bien su cometido. Respecto al equipamiento, y aunque la lista de opciones es interminable (tanto que hay que tener cuidado para no gastarnos lo
CÓMPRALO POR: Es muy amplio, cómodo y va genial. Tiene potencia suficiente. que cuesta un urbano medio en extras...), de serie ya cuenta con todo lo mprescindible.
¿Es, por tanto, buena compra? Pues, si queremos un X5, sí. Pero si nos basta con un X3, que con sus 4,70 m de largo es el equivalente a un X5 original, la cosa cambia: tienes un X3 18d de 150 CV por 46.300 euros.
NO LO COMPRES POR: Quizá te baste con un X3; hay rivales con etiqueta Eco.