MERCEDES GLA 200d
MERCEDES HA RENOVADO POR COMPLETO EL GLA. HA GANADO EN AMPLITUD Y PRACTICIDAD, PERO SIGUE SIN SER TAN FAMILIAR COMO SUS RIVALES.
En su 2ª generación, este SUV mejora en amplitud. Probamos su versión más equilibrada.
El Mercedes GLA nació en 2014 como la apuesta de la marca en el segmento de los SUV compactos. Sin embargo, y frente al Audi Q3 o el BMW X1, la apuesta del GLA era diferente. No era tan espacioso como aquellos y su diseño era menos SUV, pero tenía más personalidad y ofrecía un comportamiento muy similar al del Clase A.
Ahora, la segunda generación del GLA se ha encaminado más hacia el concepto de sus rivales, y la cosa ha llegado hasta tal punto que, incluso, han sacado el GLB, que no es otra cosa que un GLA en grande pese a las claras diferencias de diseño, para quienes de verdad busquen un SUV compacto con un marcado estilo familiar. El GLB 200d cuesta 1.550 euros más que el GLA 200d de esta prueba, y 2.587 euros si se trata del GLB de siete plazas.
Esto ha permitido que el GLA mantenga un diseño más deportivo y menos cuadradote que el de sus rivales, si bien en el interior encontramos una mejor habitabilidad y hasta una banqueta trasera corrediza en opción por 497 euros. El maletero, con 425 litros
(435 L en las versiones de gasolina, que no llevan depósito de AdBlue), sigue sin ser de los más grandes pero, para quien busque maletero, en el GLB encontrará uno que oscila entre los 500 y los 760 litros en función de si tiene cinco o siete plazas o de si se adelanta la banqueta trasera, que en ese modelo sí es de serie.
Sin embargo, el Mercedes GLA se ve superado por sus rivales en el precio, pues es bastante más caro que el Audi Q3, el BMW X1 y el Volvo XC40 (ver a la derecha). Sólo el Range Rover Evoque D150 se le acerca en precio (vale
40.610 €) pero, en este caso, únicamente con cambio manual (el automático obliga a incluir tracción total, y eso dispara el precio a 46.060 €).